Que su pasión y modus vivendi sean los autos, no quiere decir que Lewis Hamilton disfrute manejar en todo momento.
Contrario a la sensación que le provoca rodar a altas velocidades y soportar fuerzas G a bordo de su monoplaza, hay algo que no le gusta nada al piloto británico cuando se trata de conducir.
En una entrevista para Vanity Fair, Lewis Hamilton admitió que hay una situación que le incomoda demasiado al momento de conducir: manejar en la ciudad.
Según el piloto, no se siente cómodo conduciendo en el día a día un automóvil, ya que manejar en la vía pública es sumamente estresante porque el conductor se encuentra en una situación que no puede controlar del todo.
Entre otras cosas dijo:
"Creo que lo encuentro estresante. Trato de evitar cosas que no aportan nada a mi vida. La conducción diaria ahora es estresante para mí. La calle parece un manicomio. Cuando conduzco por una vía pública, cualquier cosa puede pasar en un segundo."
Hamilton también comentó que para moverse en la ciudad su vehículo del diario es un Smart, fabricado por la empresa matriz de su equipo, Mercedes, y que en carreteras abiertas, es un conductor sensato y cuidadoso, nunca acelera y con frecuencia se detiene para dejar pasar a los conductores impacientes.