Hace siete años los coreanos de Kia llegaron a México. Y lo hicieron con todo: construyeron planta, abrieron más de 30 agencias de inmediato y crecieron ese número tan velozmente como la gente corría a sus distribuidores a hacerse de un Forte, un Río o una Sportage, los tres favoritos de los mexicanos en ese momento. En 2015, solo 1% de los nacionales había oído hablar de Kia. En dos años ya eran 16% los que habían escuchado sobre la marca. El trabajo de Kia para entrar en el país es objeto de estudio y, por supuesto, de imitación. Sus inmensas agencias, varias con 100 metros de fachada, pasan la imagen de fortaleza. El color rojo de ellas (que está cambiando a negro, buscando un visual más Premium) transmite energía. Y la garantía de siete años (cinco de defensa a defensa y dos en tren motor) dio a la gente la confianza para ponerlos en sus cocheras. Hoy, Kia es la quinta marca que más vende en México y su participación de mercado no ha parado de crecer desde su llegada de 0.8% en 2015 hasta 8.1% en 2021. Su proyección para 2022 es terminar el año con 8.6% del mercado, pero esa historia aún está a algunos meses de escribirse.
Pese a su incuestionable eficiencia, Kia no está sola en el mercado. Para que haya tenido ese importante y sostenido crecimiento de participación de mercado -aunque con la natural caída de ventas desde la pandemia- fue necesario que otras marcas bajaran y entre ellas está la líder Nissan, que perdió 4 puntos porcentuales en participación de mercado y Volkswagen, que también vio caer su rebanada del pastel decrecer 1.8%. En ambos casos hablamos del primer semestre de 2022 comparado al mismo periodo de 2021. La escasez de productos es el villano. Nissan no ha podido traer a México las nuevas X-Trail y Pathfinder y hasta productos confirmados y de bajo volumen, como el Z, tardarán un poco más que lo esperado para llegar a este país. Volkswagen perdió el Polo y no ha podido traer aún la versión turbo del Virtus, que pronto deberá ser su vehículo menos costoso a la venta en México.
China al ataque. Y Japón también
Los obstáculos para que Kia llegue a su objetivo este año y mantenga su paso perfecto de crecimiento con relación a participación de mercado no están solo arriba. Primero porque Nissan y Volkswagen eventualmente van a reaccionar, como GM ya lo hizo y acortó su distancia hacia el primer lugar en ventas. Luego porque Toyota tiene una estrategia de productos y precios muy agresiva y al final de este año la escasez de productos deberá ser cosa del pasado, excepto por los híbridos. Pero desde abajo de donde hoy está Kia llegan otras amenazas, la más visible de ella siendo MG.
Si Kia en su época fue responsable de democratizar la seguridad en México al vender el Rio con 6 bolsas de aire en un segmento en el que nadie lo ofrecía, además de cinco años de garantía de defensa a defensa y dos más en tren motor, MG iguala esa garantía y va más allá, ofreciendo siete años de asistencia vial y los siete primeros servicios (3.5 años en servicio normal programado) a sus clientes. Junto con una gran estrategia de productos y precios, la marca británica, parte del conglomerado chino SAIC Motors, ya se encuentra en el lugar número siete en México, con más de 40 mil vehículos vendidos y quiere terminar el año con 5% de participación de mercado, es decir, cerca de 50 mil vehículos vendidos en 2022. Y no está sola.
Mazda, que en este momento ya no está entre los 10 más vendidos, también quiere terminar este año con 5% de mercado y su primera acción, bajando el precio del Mazda 2 en 30 mil pesos, ya está funcionando. Otra amenaza es la china Chirey, que llega con 40 distribuidores que serán 100 en 2023, garantía de 5 años o 150 mil kms y 10 años en motor.
Si esos tres últimos logran al menos acercarse a sus metas, probablemente no roben clientes solo de Nissan y VW, sino también de GM, Toyota y, claro, de Kia, que con los frenos de la escasez que no la ha permitido traer, por ejemplo, la nueva Sportage, pudiera no resistir tan bien los ataques que ya está sufriendo en este momento. La guerra está a todo, con la victoria siendo del consumidor.