Marcello Gandini fue un gran impulsor de la forma de cuña en los autos deportivos. Si bien todos sabemos de su trabajo en el Lamborghini Countach, el predecesor de esa silueta fue el Lancia Stratos Zero de 1970, un radical prototipo mostrado en Ginebra. Hasta el día de hoy, el Stratos Zero se considera uno de los prototipos automotrices más llamativos de la historia, un modelo adelantado al tiempo y que con mínimas intervenciones perfectamente podría asomar como un auto de esta época.
Ese fue un poco el brief con el que trabajó Matteo Gentile, un diseñador particular, quien se atrevió a reinventar al Stratos Zero. El resultado es sencillamente fascinante, en el sentido de como mezcla a la perfección algunos conceptos más modernos, con la silueta original del Stratos Zero.
Del Lancia original hay muchos elementos determinantes, entre ellos:
- El parabrisas frontal, que también es puerta para ingresar al habitáculo.
- La tapa negra con el logo de Lancia en el frente.
- Las luces frontales, dispuestas en una larga y fina tira.
- El perfil dividido en dos secciones, donde se dejan ver dos ventanillas.
- El corte vertical que recubre las ruedas traseras.
- La tapa del motor, con diseño de chevrones y que se abre casi diagonalmente.
- La salida de aire posterior, rodeada de un marco rojo reflectante, donde deberíamos encontrar las luces.
La reinterpretación
La afilada silueta del Stratos Zero fue suavizada, pero manteniendo su forma. El hecho de que sea una forma más orgánica, permite incorporar elementos más musculares y que añaden una dimensión especial al modelo.
- El parabrisas frontal ya no se abre, pero es igual de angosto y alargado. Es flanqueado por dos nervaduras que en el modelo original se funden en los postes A del auto. Aquí, estas líneas se prolongan hacia el frente.
- La tapa negra con el logo de Lancia da lugar a un extractor de aire fabricado en fibra de carbono. En el modelo morado, es fibra tejida, mientras que en el modelo verde es fibra forjada.
- Las luces frontales, ahora se ven mejor ya que llevan tecnología LED. Bajo ellas encontramos una discreta fascia de fibra de carbono (con tratamientos similares a los mencionados más arriba) con entradas de aire.
- De perfil, se eliminaron las ventanillas auxiliares para lograr un diseño sin ventanas, similar al Peugeot Vision Gran Turismo Concept del 2015. Las puertas han quedado ocultas en esta zona.
- En el modelo anterior, esta zona estaba dividida en dos secciones. Ahora la división esta lograda por un pliegue, el cual desaparece tras los pontones traseros. En el modelo original eran solo un par de rejillas, pero ahora podemos hablar de pontones por lo ancho.
- Se conserva el corte que cubre las ruedas traseras
- La parte posterior conserva la salida de aire ancha con trama de panal, flanqueada por dos delgadas luces LED, el logo Stratos original colocado en la parte superior y cuatro salidas centrales de escape.
- Para las dos ilustraciones se confeccionó un juego de rines diferente: estilo panal en fibra de carbono tejida para el modelo morado y un juego más deportivo con hexágonos más grandes para el modelo verde.
El resultado es realmente dramático. A ratos eso si, nos recuerda un poco al Lamborghini Huracan, lo que no es malo, considerando la herencia en diseño que ata a ambas marcas italianas. De mecánica no se ha dicho nada, si bien, de seguro este Stratos Zero podría llevar algo mucho más potente que el V4 1.6 del Lancia Fulvia que impulsaba al modelo original.
¿Cómo fue que se gestó el Stratos Zero?
Lancia en esos años estaba trabajando con Pininfarina y en Bertone tenían ganas de trabajar con Lancia. Para convencerlos, diseñaron el Stratos Zero, el cual se pensó como un prototipo que mostrara algunas ideas de diseño para implementar en futuros modelos o, en el peor de los casos, mostrar las habilidades del taller de diseño. Aprovecharon que el Lancia Fulvia estaba despidiéndose del Rally para basar al Stratos en su mecánica, un poco como para insinuar lo que se podría lograr.
El auto resultó ser un éxito rotundo y Lancia acepto tomar las ideas de Bertone para darle forma al Stratos definitivo, el cual resultó ser sucesor del Fulvia en los Rally y que hoy se ha transformado en un ícono por su performance y su rompedor diseño.
Impulsado por un motor Ferrari Dino V6 y pesando menos de 950 kilos, ganó los mundiales de 1974, 1975 y 1976.