Seamos honestos, la gran mayoría de nosotros no compraría un Jeep Wrangler para usarlo para lo que fue hecho, es decir, sacarlo del asfalto, vencer obstáculos difíciles como escalar rocas, sortear superficies resbalosas, aventarse por algunos ríos poco profundos y otras hazañas que el vehículo todo-terreno más conocido del mundo es capaz de hacer. La gran mayoría de sus dueños lo que realmente quiere es transferir a sí mismo la imagen de fortaleza, de rudo, vencedor y - que me perdonen las mujeres si esto suena demasiado poco correcto- de macho. Porque esto es lo que el Wrangler nos hace sentir en la ciudad o en la carretera, más en el primero. Es en una selva de asfalto como la Ciudad de México o Los Ángeles, donde más los vemos, con sus dueños orgullosos por no usar una mundana CR-V. Pero ahora hay un Wrangler aún mejor para los que buscan algo así, para aprovecharse de la imagen fuerte de ese Jeep y sumarle una de alguien que se preocupa por el planeta y con eso compensar el tema del machismo políticamente incorrecto mencionado anteriormente: el Wrangler 4Xe, es decir, un Plug In Hybrid o híbrido “enchufable”.
Para los que piensen que se trata de una versión “descafeinada” del Wrangler, déjenme decirles que sólo el V8 392 tiene más torque que este, que sumando los motores de gasolina y eléctrico el 4Xe logra 375 caballos de fuerza y nada menos que 470 libras-pie de torque. Acelerar para él no es un problema. Y es un Rubicon, lo que significa que tiene a la disposición del piloto todas las bondades para rodar sobre la tierra como la caja reductora de dos velocidades, el bloqueo de diferenciales, llantas para todo terreno y ángulos de entrada, salida y ventral que pocos pueden presumir. Pero este tiene otros datos, mejor dicho, otras virtudes.
Conoce a su público
Esas virtudes del 4Xe son disfrutables tanto en ciudad como en la tierra. Para hacerlo hay que tener su batería completamente cargada y usarlo en modo híbrido para disfrutar toda su fuerza o en modo eléctrico cuando se estará al mando del Wrangler más suave, sólido y silencioso del mundo. En ciudad, si sus trayectos son cortos como es mi caso, puedes ir y volver al trabajo usando solo el modo eléctrico y recargarlo en casa en las noches. La batería, teóricamente, alcanza para alrededor de 35 kilómetros. Para eso hay que abdicar del aire acondicionado, olvidar la delicia que es acelerar con ese torque y esperar que el tráfico no eche a perder nuestros planes de no pisar la gasolinera. En la práctica la batería dura unos 20 kilómetros, lo que en mi caso al menos sería más que suficiente para ir y volver a mis destinos usuales. Para cargarlo en las noches, conviene una enchufe de 220 voltios, pero si no hay, en 12 horas estará cargado.
Curiosamente en Los Ángeles, una ciudad en la que el uso de vehículos eléctricos e híbridos enchufables es probablemente más común que en cualquier otra, las 48 horas que anduve con el Wrangler 4Xe no fueron suficientes para encontrar un solo enchufe que funcionara con él. Las búsquedas en Google Maps muestran donde están las estaciones de carga, pero no si son hechas para cualquier auto. A media cuadra del hotel, en el estacionamiento de un centro comercial, había cuatro cargadores. Solo uno encajaba en el Wrangler y estaba ocupado por una vieja Rav 4 PHEV. En el estacionamiento de una farmacia había otro, libre, pero necesitabas bajar una aplicación y darte de alta para cargar, desafortunadamente esa “app” está disponible en la App Store estadounidense, no en la mexicana. Otro lugar al que me mandaba ahora el navegador del propio Jeep, era una estación de Tesla, no apta para ningún vehículo de otra marca. Al final de la tarde resolví intentar de nuevo el cargador cerca del hotel y por un momento juré que tenía suerte: estaba libre. Conecto el coche feliz, pero la pantalla dijo lo mismo para las tres tarjetas que intenté: “Pago rechazado”, aunque haya sido la misma tarjeta aceptada dentro del Target donde se encontraba el cargador.
La parte buena es que el 4Xe tiene un motor de gasolina, en el caso de 4 cilindros, 2.0 litros turbo, que hace que la batería ayude pero no sea realmente indispensable. Así que, cuando el medidor adelante de nuestros ojos diga que su batería tiene menos de 1% de carga y “0” millas de autonomía, puedes mantener una sonrisa similar a la de Ya Sabes Quién y decirle: “Yo tengo otros datos”, mientras sigues disfrutando el poder, lujo y diseño del más reciente de los Wrangler, que llegará a México en 2022, con precio que aún desconocemos.