En Norteamérica, principalmente en Estados Unidos, un auto siempre se ha comprado como quien adquiere un cepillo de dientes: “Me gusta este, en este color, con cerdas suaves. Me lo llevo”. Con un mercado de alrededor de 16 ó 17 millones de unidades vendidas por año, esto ha obligado a que los distribuidores tengan inmensos patios llenos de inventario, que vistos desde el cielo parecerían el estacionamiento de un aeropuerto. Si estabas en Dallas y querías una Ford F-150 color plata, solo tenías que ir al estacionamiento del inventario, ver cuál combinación de color/equipo/precio te gustaba y listo. Pero esta es solo una de las cosas que la pandemia llegó para cambiar. Y en México, como siempre, iremos en la misma dirección.
Jim Farley, el actual Jefe Ejecutivo de Ford Motor Company, ya dijo estar consciente de que la empresa y sus distribuidores pierden dinero con inventarios demasiado grandes. Para su fortuna, una ayuda no solicitada llegó como efecto de la pandemia: la escasez global de semiconductores, que luego fue ayudada por la falta de otros componentes esenciales, como los neumáticos. Esta falta de autos para entrega inmediata está produciendo en el consumidor un cambio que éste no estaba dispuesto a sufrir y debido al miedo de perder los clientes, marcas y agencias tampoco se atrevían a comenzarlo, pero ahora que no hay autos y hay que esperar de todos modos están ambos descubriendo que esperar dos o tres meses para estrenar no es tan malo así, de hecho, tiene sus ventajas, para todos, porque en el proceso de espera el consumidor no tiene que aceptar un color que no quiere, o un equipamiento que no les es útil. Configurando su auto por internet, el cliente hará que su próximo coche sea algo mucho más cercano a como él lo quería y no tendrá que reclamar que “yo quería rojo, pero ni modo, me tocó blanco refrigerador”.
Otra vez los europeos
Los habitantes del Viejo Continente están acostumbrados a eso. El poco espacio en las grandes ciudades hace que los distribuidores gigantes sean raros, más excepción que regla.
Más pragmáticos, los europeos saben que esperar genera más satisfacción y un coche hecho a su medida, mientras que los estadounidenses y mexicanos compran auto más al estilo “mira lo que acabo de encontrar en la tienda”.
Sé que no es fácil entenderlo o acostumbrarse a esto. De las primeras veces que fui a Europa, un amigo alemán me platicaba sobre su emoción de que ya solo faltaban dos semanas para que le entregaran el BMW Serie 3 guayín que él había encargado hacía más de dos meses. Pensé: “Qué paciencia. Yo no tendría la misma”.
Pero hoy, con o sin paciencia, no nos queda de otra así que, por qué no aprovechar las ventajas de la personalización. En Estados Unidos el objetivo de Jim Farley con Ford es que el tiempo de inventario no sea mayor que 45 a 60 días, es decir, ese debe ser el tiempo de espera por tu Ford cuando lo compres en línea una vez que todo su sistema ya esté listo para hacerlo. ¿Saben dónde ya están listos?
No lo van a creer pero en esto México lleva la ventaja, por lo menos en Ford, que ya tiene su Ford Digital Store (muy mexicano el nombre no lo es, pero supongo que no se puede todo). En la página de la marca en México ya puedes elegir, digamos, tu nueva Escape híbrida, en el color que te guste, en la versión que mejor se acomode a tus gustos y presupuestos, añadir los accesorios que te gustaría que tuviera y listo, el final del proceso es ponerte de acuerdo con el distribuidor que hayas elegido para que la entrega se haga en la agencia o en tu casa.
Sí, el cambio al sistema de compra digital llegó para quedarse y aparentemente la necesidad de esperar por tu nuevo auto también. Pero como todo tiene su lado oscuro, tengan mucho cuidado con los fraudes de empresas que supuestamente venden autos nuevos “de fábrica” a precios increíblemente bajos o pidiendo un enganche mínimo para un auto que, obviamente, jamás recibirás. ¿Cómo saber si es legítimo o fraude? Con un poco de sentido común e investigando sobre la página donde aparece la tentadora “oferta”, antes de dar tus datos y tu dinero a estafadores.
Ahora, a esperar, configurar, cuidarse de los fraudes cibernéticos como aprendidos a cuidarnos de loteros mal intencionados, y disfrutar tu auto.