Dentro de la industria automotriz, existe un sin fin de modelos que muchas veces no han tenido razón de ser. Otros, simplemente siguen ahí, sin que nadie los entienda. Quizás este "Rolls", con todo lo que el peso de sus creadores implique, sea uno de esos incomprendidos, o tal vez no.
¿Qué pasa?
Hace algunos años, Rolls-Royce creó el Sweptail, un auto cuya carrocería tan peculiarmente rara representó el surgimiento de lo que actualmente se consolida como la división Coachbuild de la marca. Este departamento, se encarga de establecer una estrecha relación con los clientes para básicamente, dejarles volar la mente en cuanto a propuestas de diseño, funcionalidad y exclusividad de los autos que les gustaría que la marca les construyera, obviamente con cartera en mano. El resultado de aquel ejercicio de colaboración es lo que vemos aquí, el Rolls-Royce Boat Tail.
Por supuesto que lo anterior tomó algunos años, pero como el propio Torsten Müller, Director Ejecutivo de la marca afirma: "Boat Tail es la culminación de colaboración, ambición, esfuerzo, y tiempo. Nació de un deseo de celebrar el éxito y crear un legado".
¿Como surgió?
El desarrollo del Rolls Royce Boat Tail tardó cerca de cuatro años en concretarse. En ese lapso de tiempo, el modelo pasó por diferentes etapas, desde la simulación digital de un chasis que le permitiera ser lo suficientemente fuerte para las pretensiones del diseño, pasando por el trabajo de carrocería hecho a mano, sin olvidar el impecable proceso de pintura que podemos ver a lo largo y ancho del auto.
No cabe duda acerca del concepto nátutico del Boat Tail, el cual no solo se queda en el nombre, sino que lo traslada a las largas líneas de la carrocería, la posición de los postes "A", el diseño contemporáneo de los faros frontales, el acabado de los rines, parrilla, molduras e incluso, en la forma de cerrar la capota, que recuerda a las formas que toman las velas de algunas embarcaciones.
Pero lo que realmente atrapa la mirada, son los diferentes efectos que la pintura puede dar dependiendo el tipo de luz bajo la que el Boat Tail se encuentre, sin dejar de mencionar el sistema de apertura en la cajuela que, según sus creadores, fue inspirado en las alas de una mariposa, revelando un espacio de carga al cual no nos gustaría ponerle encima la maleta del gimnasio, por ejemplo.
Para darle vida al Rolls-Royce Boat Tail, la marca ha recurrido a un motor no menos ostentoso. Se trata de un V12 biturbo de 6.7 litros que genera 563 Hp, misma mecánica empleada en el Rolls-Royce Phantom.
Para cerrar con broche de oro, literalmente, Rolls-Royce anuncia un precio de 28 millones de dólares para el Boat Tail, cifra que lo convierte en el auto más caro del mundo.
¿Pagarías por un poco de exclusividad?