El primer año de esta nueva década es uno que la gran mayoría de nosotros queremos olvidar lo más pronto posible. La pandemia cambió la vida de todos y, en el mejor de los casos, fuimos prisioneros encarcelados en nuestras propias casas. Muchos perdieron sus empleos. Muchas familias aún lloran pérdidas peores, la de seres queridos. Y la industria automotriz obviamente también sufrió consecuencias que se reflejaron en las bajas ventas. En México las ventas de autos nuevos bajaron 28%, lo que es una fuerte caída, pero mucho menos dramática de lo que muchos esperaban, principalmente la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), que llegó a pronosticar una debacle de 80 a 95% entre abril y mayo, cuando la realidad en esos meses fue de menos 65% y menos 59%. En el primer mes de 2021 de nueva cuenta vimos números negativos y eso seguramente se va a repetir en febrero, porque el año pasado en esos meses aún no habíamos vivido los efectos de la pandemia, que comenzó a afectarnos en marzo. La pregunta es si a partir del tercer mes de este año, la industria ya podrá dejar atrás esa memoria de un año en el que hubo cierre de agencias, consecuente baja de ventas, escasez de productos y alza de precios. Veamos.
Cuando platicamos con los protagonistas de la industria en México, casi todos coinciden que este año será mejor que el pasado, que terminó con la venta de 950 mil vehículos nuevos. Para este año se habla de un millón o un 1.05 millones. Muchos se preguntan cómo y por que, en un momento en que los precios están altos, hay incertidumbre y desempleo, las ventas de los autos subirían. Varios coincidimos en que muy buena parte de este fenómeno se debe a que la gente que puede hacerlo ha preferido evitar el transporte público, incluyendo los taxis, por miedo a contagiarse. Un auto propio es la burbuja de protección que les ayuda a aislarse del resto del mundo.
Fenómeno global
En otros países vemos situaciones variadas. En China, donde se originó todo el problema del coronavirus, el cuarto trimestre de 2020 ya mostró fuertes señales de recuperación. En diciembre pasado las ventas en el gigante asiático subieron 6.4%, rebasando incluso los números de 2019. Noviembre también había sido fuerte, con crecimiento de 6.6% de ventas. En nueva Zelanda, enero de 2021 mostró una recuperación de 6.3%, el tercer mejor mes de enero en toda su historia. Para algunas marcas la situación también se ha mostrado favorable. Volvo, por ejemplo, tuvo ventas globales arriba impresionantes 30.1%, principalmente debido a la demanda en Europa, EUA y China. Toyota rebasó a Volkswagen como número uno del mundo con 9.5 millones vs 9.3 de los alemanes.
Hay casos donde la previsión para este año es vista de manera distinta, dependiendo de a quién le preguntes. Toyota, por ejemplo, apuesta a que el mercado de Tailandia tendrá este año una importante recuperación, que estaría entre 7% y 14% para cerrar con ventas entre 850 mil y 900 mil unidades. Ya la Federación de la Industria piensa que caerá 5% y que las ventas mostrarán un número de 750 mil unidades. Japón también espera una caída de 3.6% de sus ventas este 2021, pese a que en diciembre pasado crecieron 10%.
En Europa, con el regreso del cierre de ciudades importantes, la demanda también se verá afectada. Algunos creen que habrá una reducción del orden de 14%. En el año. Lo que sí todos están de acuerdo es que este primer trimestre que vimos será la parte más dura, mejorando en la medida que la población vaya siendo vacunada y la confianza aumente en los gobiernos, empresas y personas.
En México el retraso en la vacunación puede y debe representar un freno a las previsiones más optimistas, aunque esto, como ya vimos, también implica que puede haber más gente buscando autos para defenderse del contagio del transporte público.
En pocas palabras, lo único cierto aún es la incertidumbre. Las dudas generadas en 2020 todavía están presentes en muchos aspectos y esto nos deja la sensación de que ese año, tan marcadamente malo para tantos, aún no ha realmente terminado, ni para nosotros los consumidores, ni para la industria automotriz