En redes sociales, se lleva a cabo una discusión muy intensa sobre si Mazda es una marca premium o no. Básicamente, las opiniones están muy polarizadas con dos bandos bien marcados. Hay quienes dicen que no, y otros que sí. Básicamente, genera las mismas pasiones que aquellos que pelean por aquello de que si la quesadilla lleva queso o no.
Hay que ser sinceros. Mazda, no es premium, pero, es cierta la intención de la marca de convertirse en una firma de élite. De hecho, esta ambición no es una ocurrencia sin sentido, ya que, en realidad, es un camino que ha venido labrando desde hace décadas. Y cada vez, parece estar más cerca de su meta.
Eunos, ɛ̃fini y Amati, aquí comienza todo
Como sabes, los inicios de Mazda son bastante humildes y es que en realidad se dedicaba a fabricar motos, tricimotos y pequeñas camionetas. No fue hasta el lanzamiento del Mazda R360 en 1960, cuando la marca comienza su historia en el mundo de las cuatro ruedas. Aunque pequeño, se trataba de un carismático coupé.
En las décadas posteriores, Mazda aún estaba lejos de ser percibida como una marca aspiracional. Es cierto, en sus filas ha contado con autos legendarios como el RX-7, pero aún no podía si quiera con soñar a más. Sin embargo, es tras ver el éxito conseguido con el MX-5 en Estados Unidos (lanzado en 1989), cuando la firma cree que llegó el momento no sólo de madurar, sino de crecer.
Es así, que tras ver a sus compatriotas lanzando sus divisiones de lujo, Mazda decide tomar un camino similar y presenta las marcas Eunos (1989), que tenía el lujo y diversión de conducción como filosofía, así como la más exclusiva ɛ̃fin (Anfini), una marca de aspiraciones premium de venta exclusiva en Japón que debutó en 1991.
Sin embargo. El proyecto más ambicioso se estaba cocinando en Estados Unidos y es que en 1991, Mazda da a conocer la creación de Amanti Cars, una división premium que venía cocinándose desde 1988. Su fecha de lanzamiento, estaba prevista para 1994. Se esperaba que entre sus filas contara con sedanes medianos y ejecutivos, así como un deportivo derivado directamente del Eunos Cosmo.
Sin duda, pintaba para cosas grandes ¿pero ¿qué sucedió con esta marca? ¿porqué no existe? Simple y sencillamente, es que se trata de una marca nonata y es que la economía japonesa sufrió una fuerte recesión económica a principios de los noventa y todas las ambiciones de Mazda con sus nuevas divisiones tuvieron que detenerse. Amanti fue cancelada en 1993. Mientras que Eunos corrió el mismo destino en 1996 y finalmente ɛ̃fini cerró en 1997.
Pese a que Amanti no llegó a ver la luz, dejó un legado importante para Mazda. De hecho, aunque nadie llegó a ver los autos que se estaban cocinando, es sabido que los Xedos 6/Eunos 500, así como el Millenia/Eunos 800 derivan directamente de este proyecto. Sin duda, Mazda se quedó con la espinita de demostrarle al mundo que a pesar de ser uno de los fabricantes más pequeños de Japón podía hacer cosas realmente interesantes.
Por el camino correcto
Mazda tardo unos años en recuperarse del golpe, pero lejos de llorar por el fracaso, los ejecutivos aprovecharon todo lo aprendido en este proyecto. Es así que llegaron a una conclusión. Por su tamaño, no podían darse el lujo de crear nuevas divisiones, pero sí podían revolucionar a la marca matriz desde sus entrañas.
Este cambio de ideología tan fuerte, dio vida a la filosofía Zoom-Zoom. Donde la conducción divertida, eficiencia de combustible, y agradable diseño cobrarían singular importancia para la marca. Así vimos a los Mada2, Mazda3, Mazda6, además de CX-7 y CX-9.
La firma continúa evolucionando de tal forma que, en 2010, el entonces jefe de diseño de la firma nipona mencionó que Mazda pronto se convertiría en el Alfa Romeo japonés, prometiendo una mejor experiencia al volante y buenos acabados para sus futuros modelos. Esa promesa se hizo realidad con la CX-5 el primero modelo de una nueva generación vehículos impulsados por la tecnología SKYACTIV y que integraban el lenguaje de diseño KODO.
Desde entonces sólo hemos visto como Mazda, una pequeña empresa independiente, sigue mejorando sus vehículos a un nivel que no habíamos sospechado. La calidad, manejo y equipamiento, eran dignos de autos de mayor precio. Pero había una deuda que cubrir y era mayor potencia y lujo. Había llegado el momento de dar el siguiente paso.
Es así como en 2018 presenta la nueva línea de productos Signature, nombre que se usa para originalmente dar vida a una versión más lujosa y potente del Mazda6. Fue tan bien recibida, que al poco tiempo CX-5, CX-9 y recientemente Mazda3, se han sumado a esta tendencia. Esta de sobra decir, que la precepción de Mazda como marca, mejoró con creces.
Esta nueva familia de vehículos le ha permitido adentrarse en un segmento de mayor exigencia, donde la atención al detalle, el confort y manejo ágil juegan un papel importante. De sobra esta decir, que esto, junto a un excelente servicio postventa, ha hecho que muchos comiencen a cuestionar si realmente Mazda es una marca premium. Ya que fiel a su tradición, ofrece una relación tecnología-innovación-precio que a veces, parece insuperable.
Para ser premium, hay que recordar el pasado
Hablando de herencia, Mazda se encuentra celebrando el centenario de su fundación y para ello, presentó una serie especial que rinde tributo a sus orígenes como fabricante de autos. Cierto, la firma se encuentra rodando a través de un camino que lo llevará al sendero premium, pero siempre hay tiempo para recordar los orígenes.
Es así, que recientemente lanzó la edición especial 100th Anniversary. En México sólo habrá 430 unidades distribuidas entre Mazda2 Hatchback, Mazda3 Sedán, Mazda3 Hatchback, Mazda CX-3 y Mazda MX-5.
Todos los modelos se inspiran en el R360 arriba mencionado y para rendirle homenaje presentan una carrocería en blanco y por dentro ostentan vestiduras de piel en color guinda y cuentan con tapetes edición especial. Además, para darle un toque único se cuenta con la placa “100th Anniversary” distribuida tanto al exterior como interior de cada vehículo. Además, el MX-5 recibe una capota en guinda.
¿Entonces Mazda es premium?
En efecto, Mazda no es premium, pero si tomamos en cuenta su herencia centenaria, homenajeada en las ediciones 100th Anniversary, así como su rápida evolución que ha presentado en las últimas dos décadas, podemos concluir que va en camino a serlo ¿el próximo reto? Trasladar toda esta filosofía al mundo de la electrificación, algo que ya comenzó a hacerlo con la MX-30.
Por cierto, la nueva generación de vehículos de Mazda tendrán una plataforma de tracción trasera, así, que la firma, podría estar más cerca que nunca de cumplir su cometido ¿crees que tiene lo necesario para ser premium? Nosotros creemos que sí.