Daimler, la empresa matriz de Mercedes-Benz, ha anunciado que dejará de construir sedanes en Estados Unidos y México, esto como parte de una estrategia de reducción de costos.
Bajo este plan, el Clase C ya no saldrá de la línea de producción de la planta de Tuscaloosa, Alabama; mientras que el Clase A hará lo propio en la fábrica de Aguascalientes, México.
Así, ambas plantas se enfocarán solo al ensamble de SUVs, en el caso del centro de producción de Mercedes-Benz en México, solo fabricará el GLB, en tanto que la de Estados Unidos seguirá elaborando el GLE, GLE Coupé y GLS.
Esta estrategia de reducción de costos por parte de Daimler proviene de la crisis económica originada por la baja en las ventas de automóviles, misma que es provocada por la pandemia del coronavirus.
Daimler registró unas pérdidas operativas de 1,682 millones de euros durante el segundo trimestre de 2020, lo que supone un resultado "mejor de lo esperado", ya que preveía unas pérdidas de casi 2,100 millones.
Así, según datos provisionales de la compañía, Mercedes-Benz Cars & Vans contabilizó unas pérdidas operativas de 1,125 millones de euros, algo menos de lo esperado (1.400 millones), debido a, entre otros factores, unos gastos de 687 millones para la racionalización de la red de producción global. Por su parte, Daimler Trucks & Buses perdió 756 millones (823 millones de pérdidas eran lo esperado).
Tras la presentación de estos resultados, Daimler también planea recortar hasta 20,000 empleos en los próximos años, para así ahorrar hasta 2,000 millones de euros.