Si eres fanático de los programas automotrices como “Overhaulin” o “Cazadores de mitos”, seguramente has escuchado hablar de Jessi Combs, una piloto y constructora de vehículos que lamentablemente falleció hace algunos meses al intentar batir un récord de velocidad.
Combs, nació en Rockerville, Dakota del Sur en 27 de julio de 1980, y al darse cuenta de su gran pasión por el mundo motor, decidió ingresar a la WyoTech (Wyoming Technical Institute), un colegio técnico especializado en diseño y construcción de automóviles.
Ahí, se especializó en restauración de vehículos accidentados, fabricación de autos a la medida, ejemplares Street Rods, además de aprender a optimizar el rendimiento de los motores y transmisiones. Sin duda un basto expertiz que la ayudó a que el departamento de marketing del instituto la contratara para construir un auto que debutaría en el SEMA Show de Las Vegas.
Esto fue apenas el comienzo, pues con esto, pudo colaborar en gran cantidad de proyectos que le dieron acceso a la Sociedad Americana de Soldadura, siendo de construir prácticamente cualquier cosa, cuestión que le valió el respeto y admiración no solo de las mujeres, sino de todos sus colaboradores masculinos.
Llegó el año de 2008, el momento en donde un accidente casi le arrebata la vida, pues una barra metálica le cayó encima, partiendo su columna en 2, esto le costó su ausencia dentro de la industria por aproximadamente año y medio, tiempo que duró su rehabilitación.
Tras algunos años dedicándose a las carreras y perfeccionando su técnica, llegó el momento de batir su primer récord de velocidad, mismo que fue posible el 9 de octubre de 2013 en el North American Eagle Supersonic Speed Challenger, en donde Jessi logró una velocidad tope de 709 km/h, imponiendo una nueva marca después de 48 años.
El 7 de septiembre de 2016, Combs intentó batir su propio récord, estableciendo una nueva marca de 768 km/h convirtiéndose en la mujer más rápida de la tierra en un vehículo de cuatro ruedas.
Pero esto aún no era suficiente para Jessi, que quería alcanzar el reconocimiento del récord absoluto femenino de 825 km/h impuesto en 1976 con Kitty O´Neil al volante.
El día llegó y aquel 27 de agosto de 2019, Combs hizo historia, aunque sin saberlo, pues al haber alcanzado la máxima velocidad y comenzar el proceso de desaceleración, la rueda delantera impactó contra un objeto que se encontraba en el piso. Esto hizo que el tren delantero colapsara, y el vehículo quedara completamente destruido, para después consumirse en una llamarada que dejaría a Jessi sin vida.
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— TCS Noticias (@tcsnoticias) September 5, 2019
EE. UU | Sale a la luz el video de Jessi Combs antes de morir cuando intentaba romper un récord de velocidad. La piloto de autos que era considerada la mujer más rápida en cuatro ruedas, falleció el pasado 27 de agosto.
Vía: TMZ pic.twitter.com/7vrYsW9fa9
Tal vez ese no era el momento de realizar un análisis de datos para verificar que Jessi Combs había batido el récord, y es así como 10 meses después se dio a conocer la noticia: se había convertido en la mujer más rápida del mundo y se le había reconocido por la compañía de récords más importante a nivel mundial, el Libro Guiness.
La marca supera al récord anterior, logrando una velocidad máxima de 885 km/h y una media de 841.33 km/h, en el desierto de Alvort, localizado en Oregón, el mismo recinto utilizado para batir todas las marcas.
Es cierto que alcanzar su sueño, le ha costado la vida, pero finalmente era lo que Jessi deseaba, por lo que su legado permanecerá dentro de la historia, siendo una fuente de inspiración para futuras mujeres entusiastas.