Dentro del segmento de los autos convertibles es común escuchar que ciertos modelos tienen un estilo de Targa. Pues bien, esta denominación se debe al Porsche que 1965 vio el nacimiento de una versión convertible que llevaba el nombre de Targa.
Si bien para muchos era un auto cabriolet, la realidad es que el estilo del techo no era de un convertible ni tampoco de un coupé; igualmente no se trataba de un descapotable de techo, más bien era algo sui generis por sus soluciones de diseño y seguridad.
Y es que, a diferencia del clásico automóvil convertible, el 911 Targa contaba con una barra de seguridad, un techo desmontable y una ventana trasera de plástico (de crsital en la actualidad) que se puede bajar.
Esta solución, que persiste a la fecha en algunos casos de manera eléctrica, permite que el automóvil sea más seguro en caso de una volcadura, a la vez que se conduce y se ve como un coupé, sin embargo, brinda la fascinación de manejar a cielo abierto una vez que se quita el techo.
Una vez llevaba esta solución en el 911 Targa, Porsche la incorporó en el 914 y en el Carrera GT. Incluso otros fabricantes de automóviles como Alfa Romeo, Chevrolet, BMW, Dodge, Pontiac.
Pero bueno, ya que se tiene el origen de este tipo de semi-convertible y las diferencias con un descapotable tradicional, ahora hay que conocer por qué Porsche lo denominó como 911 Targa.
Pero ¿por qué lleva el nombre de Targa?
Una vez que se desarrolló un 911 que respondía al incremento de los requisitos de seguridad que se imponían en el mercado de Estados Unidos para los convertibles, llegó el momento de elegir el nombre de esta versión.
Para su nombramiento, Porsche tomó realizó una terna con las pistas donde había logrado grandes éxitos, de la cual eligió la Targa Florio, la prueba por carreteras sicilianas en la que la marca obtuvo memorables resultados desde la década de 1950.
Ya elegida esta carrera para nombrar al 911 convertible-coupé, se discutió si se llamaría “911 Flori”, hasta que el responsable Nacional de Ventas, Harald Wagner, dio con la respuesta cuando preguntó: “¿Por qué no lo llamamos simplemente Targa?” El término italiano también significa “número de matrícula” y la leyenda dice que solo se dio luz verde a este nombre cuando se estaba trabajando en los catálogos.
En agosto de 1965, Porsche presentó la propuesta de patente para el concepto Targa y, a partir de otoño de 1966, el modelo complementó al coupé de los 911, 911 S y 912 con un éxito arrollador. Desde 1967, los Targa también podían comprarse con la opción de una ventana trasera fija y calefactable hecha con un cristal de seguridad, en lugar de la plegable de plástico.
Desde ahí a la fecha, el 911 Targa ha ido evolucionando para el elevar el nivel de seguridad, confort y diseño. Todo esto ha hecho que sea considerado como el auto convertible perfecto.