Mientras que la venta de automóviles en México disminuyó más del 60 por ciento durante abril de 2020, el cierre de las plantas provocó que la producción tuviera un descenso del 99 por ciento, una cifra sin precedentes en la historia.
Para tener una mayor idea de la magnitud de esto, basta decir que en tiempos normales se producen más de 300,000 vehículos al mes y esta vez solo se lograron ensamblar 3,700. Sin duda, este es un duro golpe para la economía mexicana, ya que la industria del automóvil representa miles de empleos y varios puntos porcentuales del Producto Interno Bruto.
Por su parte, en el acumulado del enero a abril de 2020, la producción vio un descenso del 29 por ciento al registrar poco más de 910,000 unidades, 300,000 menos que en 2019.
Ojalá estos números rojos quedarán únicamente en libros de historia, sin embargo, esta situación podría acarrear una ola de despedidos y generando dudas sobre la sostenibilidad de las cadenas de suministro internacionales de la industria, muchas de las cuales se remontan a China.
Hasta el momento, se han evitado los despidos, pero mucho depende de cuándo puede reiniciarse la producción y si habrá alguna demanda de automóviles una vez que eso suceda. Se habla que México podría reiniciar la producción el 18 de mayo, no obstante, todo depende de la decisión del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Otro dato revelador del impacto del coronavirus a la economía es que durante abril de 2020 las exportaciones cayeron un 90 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2019, al pasar de 284,000 a 27,800 vehículos.
