El Skyline GT-R es mayoritariamente conocido por su carrocería coupé de dos puertas. No obstante, allá en la década de los noventa, Nissan sondeó la posibilidad de ampliar la oferta de formatos de su icono deportivo.
Tal vez, el ejemplo más conocido es cuando a través de su división Autotech, presentó un R33 Sedán, algo, que, aunque tenía mucho sentido, ya que en aquel entonces los GT-R derivaban directamente del Skiline, un sedán deportivo y muy lujoso. No obstante, el proyecto, no maduró y fue el único Godzilla de cuatro puertas de la historia.
Este ejemplar, podía haber sido considerado el GT-R más práctico de todos, sino fuera porque en 1996, en el marco del Nagoya Performance Car Show, Daijiro Inada construyó para la revista Option Magazine un Nissan Skyline GT-R R33 Speedwagon, un “one off” cuya concepción parece tan extraña como genial.
Para lograr este resultado, el ingeniero nipón partió de un R33 regular al cual carrozó con la parte trasera de un Nissan Pulsar EXA, un automóvil cuya principal característica, era su techo trasero modulable, que lo podían hacer pasar de un coupé a un shooting brake.
Pero no sólo es exótico por fuera, sino también en sus entrañas, ya que el motor RB26 fue modificado para entregar más de 1,000 caballos de potencia. El R33 Speedwagon era una bestia capaz de completar una vuelta al circuito de Tsukuba de Japón en 1: 04.452. Eso es más rápido que un McLaren F1. En línea recta, podía completar el cuarto de milla en solo 11.89 segundos y alcanzar una máxima de 304.8 km / h.
El Godzilla "Speed Wagon" apareció en muchas revistas y videos allá por los noventas, incluso tuvo su momento de fama en el videojuego Option Tuning Car Battle Spec-R para Play Station. La última vez que se supo de él, fue en 2018 cuando se puso a subasta, aunque no se sabe si alguien pudo comprarlo.
Esta es la historia del Godzilla más práctico y mortífero de la historia ¿te gusta?