Mientras que algunos de los grandes coleccionistas de Bentley recibieron con entusiasmo la reproducción del Blower, el icónico auto de carreras de 1929, quienes son dueños de algunas de las unidades que se fabricaron no les agradó la idea.
Tras darse a conocer que las 12 copias originales del Blower están a punto de iniciar su fabricación, los coleccionistas que poseen, una de las cuatro piezas originales, se quejaron con Bentley por traer de vuelta al que es catalogado como el auto más icónico de la marca.
Como parte de esta queja, Ralph Lauren y otros coleccionistas, enviaron una carta al CEO de Bentley, Adrian Hallmark, en la que expresaron su inconformidad por la fabricación del Blower argumentado que reducirán la admiración y asombro que se solo se puede conseguir con el auto original.
Al mismo tiempo, los remitentes de la carta expresaron que con la fabricación de 12 unidades reduciría los precios del Blower original, a la vez que acusan a Bentley de decidir construir el nuevo auto solo para obtener dinero.
Ante esta carta, Bentley respondió que después investigaciones y discusiones con varias partes interesadas, como los propietarios de Bentley clásicos, restauradores, expertos y un grupo de miembros del Bentley Drivers Club y el Benjafield Club, se dicidió volver a poner en funcionamiento Blower después de recibir una respuesta sorprendentemente positiva.
Si bien se tuvieron algunas preocupaciones similares con las expresadas a los dueños del Blower, la gran mayoría de los comentarios apoyaron firmemente el proyecto. Así que la marca decidió echar a andar el proyecto.
De igual forma, Bentley agregó que el nuevo Blower no se pintará en las mismas combinaciones de colores de los Blower originales, esto con el objetivo que puedan ser distinguidos los clásicos de los nuevos.