La Mercedes-Benz Clase X pasará a la historia como uno de los proyectos más efímeros y cuyo fracaso resonó más en la industria. Esta pickup nació como producto de un joint venture con Nissan y prometía impulsar las ventas de todo el Grupo Daimler, pero ahora dejó de fabricarse en la Zona Franca de Cataluña, España, único lugar donde se producía y se exportaba a casi toda Europa, Sudáfrica y Chile (único país en América donde estaba disponible).
Parte de este fracaso se debe a que Mercedes-Benz tomó a Nissan en un muy mal momento. El escándalo con Ghosn y problemas de calidad que tuvo la camioneta alrededor del mundo (Mercedes nunca estuvo conforme con la manufactura de Nissan y a eso se le sumaron algunos recalls) hicieron que el proyecto se tornara inviable. Si a esto le sumamos que el mercado de pickups en Europa no es ni por cerca lo popular que es en otras latitudes, la Clase X quedó bastante comprometida. Mercedes-Benz veia venir esto, sin embargo, durante el 2019 desmintieron todos los rumores sobre el fin de la camioneta.
Todavía la marca no lo hizo oficial, pero el diario La Vanguardia de Barcelona avisa que Gianluca de Ficchy, presidente de Nissan Europa, se reunió con representantes sindicales para comunicarles la ruptura con Mercedes-Benz, lo que impactaría gravemente en los trabajadores de una planta que actualmente está al 30% de su capacidad, y que con esta baja se despide de un 15% del volumen de su producción.
Al contrato entre Nissan y Mercedes-Benz todavía le restan algunos años de vigencia, así que los alemanes, además de soportar las pérdidas de semejante fracaso, además deberían abonarle una compensación a Nissan por la temprana ruptura. Rodarán cabezas en Stuttgart…