Por más que las SUVs están aumentando sus ventas y número de modelos dentro del mercado mexicano, los sedanes continúan siendo el segmento que domina la escena. Basta decir que seis de los diez modelos más vendidos pertenecen a este segmento para tener una idea de la popularidad de esta clase de automóviles, que por décadas han sido los más queridos en nuestro país.
Otra muestra de que los sedanes subcompactos y compactos están pasando por un buen momento a pesar del boom que hay las SUVs es por la cantidad de modelos que nuevos o rediseñados que han estado haciendo su aparición en los últimos meses. Esta tendencia ha hecho que los fabricantes de automóviles no escatimen en equipamiento, ya sea enfocado a la seguridad o confort, para ofrecer el mejor modelo del mercado.
Como parte de esta tendencia que hay por ofrecer el mejor sedán, en los últimos años General Motors ha realizado un reacomodo de su gama de sedanes Chevrolet en especial los compactos y medianos. Y es que a diferencia de la popularidad que tienen sus opciones subcompactas -Aveo y Beat-, a la marca le ha sido difícil tener éxito con un sedán de tamaño mayor.
Volvió el nombre icónico
Ante esta necesidad de ser uno de los principales contendientes en el sector de los sedanes compactos, desde hace tres años Chevrolet recurrió a la fórmula de resucitar el nombre de un modelo, se trata de un icono de la década de 1990: el Cavalier.
Pero además de resucitar el nombre de ese vehículo tan recordado en México, el procedimiento de la marca de General Motors también incluyó hacer lo mismo que con el Aveo, es decir, traerlo desde China, gracias a la asociación que tiene GM con SAIC Motor, fabricante de este par de sedanes.
Así, el mítico Cavalier volvió en 2017 al mercado mexicano, pero ahora con el sello Made in China, sin embargo, el nombre no fue suficiente para lograr un éxito en ventas. En la actualidad, el consumidor se ha vuelto tan meticuloso en la compra de un automóvil, que no solo con el diseño o la fama se deja atrapar para adquirir un determinado modelo. Como parte de su análisis de compra, ahora más allá de la potencia y consumo, el comprador demanda que su futura adquisición esté bien equipada en cuestión de tecnología y seguridad.
Rapidamente fue mejorado
Considerando estos dos últimos puntos, Chevrolet decidió que el Cavalier fuera sometido a un upgrade para estar a la par de sus competidores más cercanos, es decir, el Nissan Sentra, Kia Forte, Mazda3, Honda Civic, Toyota Corolla, entre otros. De manera que este sedán en su faceta de año modelo 2020, de serie no solo equipa control de estabilidad y de tracción, sino que también dispone de cuatro bolsas de aire (dos frontales y dos laterales) y frenos de disco en todas las ruedas -antes los traseros era de tambor- con ABS.
Junto a esta ampliación de sistemas enfocados a la seguridad, el Chevrolet Cavalier 2020 evoluciona al agregar Chevrolet myLink y la interfaz Apple CarPlay a la pantalla táctil de 7 pulgadas disponible en sus versiones más caras. Si de ser exigentes se trata, esto hubiera sido perfecto si también se hubiera agregado Android Auto. Si se desea escuchar música desde un celular que no sea iPhone habrá que hacerlo por medio de Bluetooth o la entrada auxiliar, que junto con el puerto USB y el radio FM/AM están disponibles en cada una de las versiones.
Con este aumento del equipamiento en cuestión de tecnología, hacen que la versión tope de gama del Cavalier 2020 sea una de las más completas del segmento. Y es que si hay algo a destacar del sedán es que desde su llegada a México ofrece uno de los interiores con el mejor diseño y calidad de materiales. Por donde se le busque, el estilo del tablero y la combinación de tonos de los plásticos y de la tapicería de cuero o tela, según sea el caso, está por encima de lo que ofrece la mayoría de sus competidores.
Apuesta por la eficiencia
Debido a que este facelift solo está enfocado a aumentar el nivel de seguridad y tecnología, así como al rediseño de los rines, el Cavalier 2020 continua con la misma mecánica. Esto quiere decir que equipa el mismo sistema de suspensión delantero independiente y trasero de eje rígido, la dirección eléctrica, la transmisión manual de cinco velocidades o automática de seis velocidades, y el motor de cuatro cilindros de 1.5 litros con inyección multipunto.
Con la cantidad de poder que entrega, el Cavalier está en la encrucijada de competir con los sedanes subcompactos, no obstante, al hacerlo por tamaño de la carrocería tiene como rivales a los sedanes compactos. En caso de hacerlo con estos últimos, el modelo de Chevrolet queda atrás en la cantidad de caballos de fuerza, sin embargo, se coloca como uno de los más eficientes al promediar poco más de 13 km/l.
Infaliblemente, esta es una cifra sobresaliente considerando que se trata de un sedán de 4.5 metros, pero cuando se requiere esa fuerza para realizar un rebase o una recuperación, los 107 hp y 110 libras-pie de torque quedan cortos sobre todo cuando se tiene en la mente de lo que son capaces sus rivales.
Una vez que el Cavalier “toma vuelo”, la dinámica de conducción es suave y estable a pesar de que la suspensión trasera no es independiente. Esto quedó más que comprobado a la hora de tener que circular por caminos virados, sitios donde se exige al sistema de suspensión y a la rigidez de la carrocería.
Depende de lo que se necesite
Si lo que se busca es que lograr la mayor eficiencia sin importar que haya que sacrificar la cantidad de poder, el Cavalier es un automóvil ideal para cumplir el cometido. Este ahorro de combustible, ahora se enaltecido por las adecuaciones enfocadas en el inventario de equipamiento. Con todo lo anterior, ahora si este sedán encontró el equilibrio entre tecnología, eficiencia y confort.