Desde la noche del domingo 15 de septiembre de 2019, casi 50,000 trabajadores de General Motors afiliados al sindicato United Auto Workers iniciaron una huelga -la primera protesta de este tipo que sufre la compañía desde 2007-, lo que ha motivado en el cese de producción de 33 plantas en Estados Unidos.
Es importante hacer mención que esta huelga, además de afectar las fábricas de producción, la protesta, que no tiene fecha de culminación, también incluye a 22 instalaciones de distribución de componentes, lo que impactará en plantas de producción de Canadá y México, que dependen de estos elementos para el montaje de vehículos.
¿Qué busca el sindicato?
Este paro por parte de los trabajadores sindicalizados tiene como objetivo buscar salarios más elevados, pagos de sumas fijas y un mejor plan de beneficios. Igualmente, se busca que la compañía limite el uso de empleos temporales y aumente el número de vacantes permanentes, para que los trabajadores puedan tener mejores beneficios de atención médica y seguridad laboral.
Lo que propone GM
Ante esta situación, General Motors ha realizado una oferta sustancial, que incluye salarios más altos y participación en las ganancias. Asimismo, prometió más inversiones para generar nuevos empleos, dentro de ellas está una inyección económica de $7,000 millones de dólares para los próximos años, misma que ayudará a preservar casi 5,500 empleos. GM también prometió tener una solución para dos de las cuatro plantas que actualmente están programadas para su cierre: una en Detroit. Michigan, y otra en Lordstown, Ohio.
Aunque no es nada oficial, General Motors podría producir un nuevo camión eléctrico en Detroit Hamtramck, y fabricar baterías para vehículos eléctricos en Lordstown. Debido a que esto sería de inmediato, es probable que las plantas cierren por algún tiempo.
De acuerdo con General Motors, en promedio, cada uno de sus empleados por hora gana alrededor de $90,000 dólares por año, sin incluir los beneficios. Sin embargo, el número de trabajadores por hora en GM ha disminuido drásticamente en las últimas décadas, debido a una combinación de automatización, pérdida de participación en el mercado y subcontratación.
La última vez que se convocó una huelga en el sector automotriz de Estados Unidos fue en 2007. Duró 17 horas, paró 80 instalaciones y afectó a 73,000 trabajadores.
