Aunque hoy en día, la mayoría de las marcas de autos tienen SUVs dentro de su gama de modelos, hace unos años esto no era así. Si bien hay fabricantes que tienen una larga tradición produciendo camionetas, algunos se han tenido que sumar a este boom cuando su enfoque solo era comercializar automóviles de dos y cuatro puertas.
Una de las marcas que se sumó a esta tendencia por las SUVs, justo antes de que iniciara la moda por este segmento fue Porsche con la creación de la Cayenne por allá de 2002. Contrario a lo que pensaban los fanáticos, clientes fieles de la marca alemana y algunos especialistas del mercado, este modelo inició una historia de éxito en ventas. Tanto así que vino a salvar la economía de la compañía que venía arrastrando problemas financieros. Lo que vino a rematar el triunfo de este modelo es que las Sport Utility Vehicles están dominando las ventas mundiales, así que se podría decir que se vende solo.
Considerando el éxito de la Cayenne -se convirtió en el modelo más vendido de la marca- y de las SUVs en general, en 2014, Porsche quiso ir más allá al desarrollar un segundo utilitario que permitiera ampliar su gama: la Macan. Si el primer utilitario de la firma de Stuttgart fue un éxito en ventas, esta segunda opción llegó rápido para convertirse en el best seller.
Éxito sobre éxito
Uno de los elementos clave que ha hecho que la Macan sea el modelo más vendido de Porsche es ser una SUV, por su puesto, el tamaño compacto y su gran semejanza con el 911. Más allá de ser una Cayenne encogida, este ejemplar tiene una apariencia más apegada al icónico nueve-once gracias al rediseño al que fue sometido en su medio ciclo de vida.
Lo mejor de todo es que además de tener una apariencia muy similar con el 911, la sensación de manejo es sumamente parecida. Aun con el motor en posición frontal, la mayor cantidad de peso y el centro de gravedad más elevado, el desempeño del Macan se puede comparar con lo que ofrece al volante el 911.
Un 911 hecho camioneta
Esto se debe a que el chasis tiene una gran rigidez, la suspensión adaptable ofrece un gran trabajo si se requiere deportividad o confort y la alta dosis de poder que ofrece el motor. Sin sonar exagerados y sin temor a equivocarnos, podemos decir que no hay una SUV con las dimensiones de la Macan que se le pueda comparar en el manejo. Quizá al ir en línea recta existan ejemplares que puedan despegar de la misma manera, sin embargo, cuando se trata de rodar en curvas, el desenvolvimiento que tiene Macan no tiene punto de comparación. Es ágil, rápida y con un aplomo que pareciera que va sobre rieles.
Aunque este estilo de manejo es reconocido desde su aparición, ahora las cosas son mejores en cuestión de capacidades de aceleración, debido a que como parte del facelift al que fue sometida, la Macan recibe un nuevo motor V6 turbocargado de 3.0 litros. No solo se trata de más caballos de fuerza y torque, sino de una mejor respuesta debido a que fue rebajado súbitamente el retardo del trabajo del sobrealimentador. En pocas palabras, el turbolag es menor.
Respecto al seis cilindros anterior, el nuevo seis en V ofrece 14 hp y 15 libras-pie, esto quiere decir que la Macan en su versión S ofrece 354 hp y 354 libras-pie de torque. Este poder es enviado a las cuatro ruedas por medio de una caja de doble embrague de siete velocidades, que cuando se trata de ir rápido hace cambios exactos y veloces, en tanto que en una conducción mesurada hace que el motor sea sumamente eficiente.
Una prueba fehacinete de las capacidades de esta Macan, es que el 0 a 100 km/h lo completa en 4.9 segundos cuando está equipado con el paquete Sport Chrono. Por medio de esta modalidad, el SUV obtiene el estilo de manejo Sport Plus, que tiene como objetivo que el motor sea más sensible al acelerar, además modifica el trabajo del sistema de tracción, la suspensión, transmisión y dirección, para lograr una conducción más dinámica.
Renovada
Adentro, la nueva Macan también presenta una serie de actualizaciones, tal es el caso de la pantalla táctil de 11 pulgadas, que además de ser más grande, ofrece mejores gráficos navegación con información de tráfico en tiempo real, control de voz corregido y conexión Wi-Fi. Otras novedades que se pueden agregar de manera opcional es el ionizador para mejorar la calidad del aire de la cabina, el control de crucero adaptable y el mismo volante deportivo del 911 dotado del dotado de la perilla Sport Response en caso de también elegir el paquete Sport Chrono.
Algo que nos dejó incrédulos es que la cámara de reversa entra como equipamiento opcional. Increíble pero cierto para un vehículo de más de un millón de pesos. A este defecto también hay que agregar que la zona de carga tiene un volumen limitado y el espacio ajustado para los pasajeros de la segunda fila.
¿Alguién mejor?
Aún con estos puntos en contra para la Porsche Macan S, se puede decir que no hay, por el momento, un SUV que entregue esta sensación de manejo que solo podemos encontrar en un coupé o en un sedán de alto desempeño.