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¿Es cierto que utilizar el teléfono celular al volante equivale a manejar con los ojos vendados?

Es uno de los peores vicios al conducir.

¿Es cierto que utilizar el teléfono celular al volante equivale a manejar con los ojos vendados?

Aunque el uso del teléfono de celular no fuera motivo de multa, los conductores deberían de tener la iniciativa de no usarlo por el hecho de esta practica incrementa la posibilidad de sufrir un accidente.

Está más que comprobado que el uso del teléfono celular al volante, es uno de los peores vicios al conducir, ya que es una distracción visual, manual y cognitiva. Para tener una idea de lo que pasa en el cerebro, es que revisar y/o escribir en el dispositivo mientras se maneja, es como hacerlo con los ojos vendados.

Es una distracción visual

A menos que se tenga una configuración para enviar mensajes de texto con manos libres o que este emparejado por medio de Apple CarPlay o Android Auto, será que se pueda utilizar el teléfono mientras se conduce.

De no hacerlo así, el automovilista tiene que hacer todos estos pasos para enviar un mensaje, por ejemplo: Desbloqueo de tu teléfono, abrir tu aplicación de mensajes de texto -aunque sea por voz, centrar el pulgar sobre el teclado, redactar el texto y enviarlo.

Por muy rápida y hábil que sea la persona con el teléfono, el proceso de enviar un mensaje corto, podría tomar aproximadamente un segundo por paso, o aproximadamente seis segundos en total. A esto hay sumar más tiempo, en caso de que se esté leyendo un mensaje para responderlo.

Para poner esto en perspectiva, si vas a 88 km/h, el automóvil viajará un poco más de 24.38 metros por segundo. Al multiplicar eso por cinco, se ha recorrido más de 122 metros. Eso es mayor que la longitud de un campo de fútbol americano. 

Así que, si se distrae la mirada por al menos cinco segundos, se puede ver la distancia recorrida sin poner atención al camino.

Precuación

Por supuesto, el peligro no es la distancia recorrida. El peligro es lo que pasa cuando aparta la vista de la carretera. Y es que una gran parte de la seguridad es mantenerse enfocado en la tarea de conducir y esperar lo inesperado. Por lo tanto, cuando se pone atención al teléfono, es posible que no se perciban:

Otros vehículos: esto incluye motocicletas y bicicletas que son más pequeñas y difíciles de ver de un vistazo que los automóviles.

Peatones: Si se están cruzando a medida que se acerca el vehículo, es posible que no tengan tiempo suficiente para salir del peligro.

Cambio de condiciones del camino: esto puede incluir cierres de carriles, límites de velocidad reducidos, baches o desechos peligrosos.

Señales de tráfico: no ver señales de alto o los cambios en el semáforo podrían tener consecuencias mortales para ti u otras personas.

Posición en el camino: la falta de atención puede hacer que se pierda la trayectoria ideal.

Capacidad de pensamiento + reacción de frenado = distancia de frenado

Una vez que se nota el peligro, el auto no se detiene al instante. Y es que el automóvil aún viajará hacia adelante mientras piensas y consideras tus acciones. Luego, la distancia que se necesita para hacer alto total una vez que se presiona el freno dependerá de la velocidad y de las condiciones del camino. Juntos, dicha capacidad de pensamiento y reacción de frenado son la distancia de frenado.

Capacidad de pensamiento

Al viajar por la carretera y el automóvil de frente frena repentinamente. La reacción ante ese peligro puede demorar unos instantes en registrarse para mover el pie y aplicar el freno. 

Distancia de frenado

Una vez que hayas aplicado los frenos, el vehículo tardará un tiempo en detenerse por completo. El tiempo que toma se basa en parte a la velocidad. Cuanto más rápido vayas, más tarda y mayor será la distancia que recorrerá el automóvil.

Pérdida de tiempo crítico de reacción

Como se mencionó anteriormente, el tiempo de reacción no cambia mucho en función de la velocidad. No hay nada que pueda hacer para acelerar la respuesta física. Cuando el teléfono distrae al automovilista, pospone el comienzo de esta reacción. Peor aún, vas conduciendo a toda velocidad hacia el peligro como si tuvieras los ojos vendados. ¡Esto aumenta significativamente la distancia de frenado general, posiblemente duplicándola o triplicándola!

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