Ford Motor Company está realizando un "recall" en América del Norte a más de un 1.2 millones de unidades del Explorer por un problema en la suspensión.
De acuerdo con el comunicado emitido por la compañía, los vehículos afectados, que van del 2011 al 2017 y que fueron fabricados en la planta de Chicago -del 17 de mayo de 2010 al 25 de enero de 2017-, son susceptibles a presentar un problema en la suspensión trasera, situación que podría disminuir significativamente el control de la dirección, lo que aumenta el riesgo de un choque.
Al día de hoy, Ford no tiene conocimiento de ningún informe de lesiones relacionadas con este problema, en el que están involucrados los mercados de Estados Unidos con 1.2 millones de unidades, Canadá con 28,000 y México con una.
Como suele suceder en los recalls, Ford se hará cargo de las piezas y mano de obra que lleven a la reparación de todos los vehículos.