Además del Kodiaq RS, la marca checa Skoda también aprovechó para lanzar el Vision RS, un hatchback compacto, que visualiza lo que será el futuro cercano de los modelos RS del fabricante miembro del Grupo Volkswagen.
Su tamaño es de 4,356 mm de largo (2,560 mm entre ejes), 1,431 mm de alto y 1,810 mm de ancho. Con un espacio de 430 Litros para la cajuela y cuatro adultos, este modelo hace de la practicidad su mayor atractivo.
Estéticamente se destacan las líneas sólidas de la carrocería. Hay algunos guiños a la competencia, como la parrilla en fibra de carbono, los spoilers del mismo material y las tomas de aire generosas. El logo de Skoda aparece en cristal iluminado, y le da un toque de distinción. Las ventanas sin marco, las manijas retraídas de las puertas, pequeñas banderas del país de origen de la marca, rines de aleación de 20" y las carcasas de fibra de carbono en los espejos rematan el look exterior.
Las calaveras están hechas en cristal de Bohemia, mientras que los spoilers y difusores son de fibra de carbono. El parabrisas trasero luce el detalle de la palabra Skoda retroiluminada.
En el habitáculo, todo parece estar muy cerca de la producción. Hay una pantalla central grande, asientos deportivos, decorados coloridos, y detalles en los materiales que son un leit-motiv, fibra de carbono y cristal. La consola central está hecha en fibra de carbono y cuenta con una selectora minimalista. Las tiras elásticas para abrir la puerta son otro guiño a la competencia automovilística.
La motorización es híbirda plug-in, combinando un 1.5 L TSI turbo de 150 Hp con uno eléctrico de 75kW (102 Hp), que en conjunto dan una potencia de 245 Caballos. Esto se traduce en un 0-100 en 7.1segundos, con una velocidad máxima de 210 km/h. La caja es una automática DSG. En formato eléctrico, este modelo es capaz de rodar por 70 km gracias a su batería de ion-litio, con una capacidad de 13 kWh. Para cargarse completamente en una toma doméstica, Skoda declara que son necesarias 2 horas con 30 minutos.