El Lancia Delta Integrale revive gracias a Automobili Amos

Eugenio Amos tiene 32 años y es piloto de la categoría Lamborghini Super Trofeo, competidor del Rally Dakar y de otras categorías. Su padre fue dueño de una empresa de herramientas, que proveía a Ferrari, así como otros fabricantes y equipos de competencia. Y al hombre, también le gustaban los autos, así que tiene a quien salir... algo debe saber de autos, ¿no? 

Eugenio se enamoró de los autos a partir de un Lancia Delta, específicamente uno de los últimos HF Integrale, el Evoluzione Martini Edition 6 de 1992, un auto fabricado para conmemorar seis títulos de constructores consecutivos en el Rally. Su padre compró uno similar, un Giallo Ginestra Evo 2 y Eugenio comenzó con su pasión.

Hoy Amos es fundador de Automobili Amos, un pequeño taller boutique que tiene como sede su propio garage (donde guardia algunos exclusivos autos como un Mercedes Benz CLK GTR o un exclusivo Ferrari F40 en color Verde Abetone) donde se gestó la idea de crear una reedición especial del Lancia Delta, muy en el estilo de Singer, la afamada empresa que restaura de manera moderna Porsches clásicos.

El Delta Futurista toma como base un Delta Integrale 16v estándar, y se han modificado más de mil piezas individuales para acercarse a su visión. La idea fue tomar al Delta y modificar detalles, respetando colores, materiales y guiños a Lancia, pero también con un toque personal.

Por ejemplo, si lo vemos de frente, sabemos que es un Delta, pero el frontal esta hecho completamente en una pieza de fibra de carbono, asemejándose estéticamente al frontal del Lancia Beta. Los faros ahora emplean tecnología LED y le aportan un look más futurista al modelo. La parte baja de la defensa tiene una toma de aire bastante más grande que la del original, flanqueada por tiras LED. El cofre mantiene su forma, pero presenta tomas de aire de fibra de carbono, que contrastan con el color verde oscuro de la carrocería.

De perfil vemos que las puertas traseras han sido suprimidas, haciendo al Delta un tres puertas, configuración que solo vimos en el S4 del Grupo B y después en el Delta de segunda generación, específicamente en su variante HPE. Las salpicaderas están ligeramente ensanchadas y se funden naturalmente con las líneas del frontal y de la zona posterior. Los hermosos rines negros imitan aquellas que se usaban en el WRC, pero de un diámetro mayor. Hacia la trasera, nuevas  calaveras, muy similares a los antiguos, emplean tecnología LED y un discreto difusor.

El interior toma el diseño base del Delta, pero con detalles inspirados en el Delta S4. Nos encontramos con mucha alcántara marrón y paneles negros. Se ven algunos botones modernos y el clásico cuadro del Delta Integrale, con muchos relojes, en tipografías color amarillo y que también llevan la insignia de Automobili Amos. El volante de tres radios es muy austero, pero cuenta con cuatro botones, donde uno de ellos con el icono de las luces altas, lleva el nombre de "Levati" que en italiano sería algo como "¡Sal de mi camino!".

Su carrocería de aluminio hecha 100% a mano pesa cerca de 1,250 kg y tenemos insignias exteriores de Automobili Amos, hechas de metal y pintadas a mano por la misma empresa que le hacia las insignias a Ferrari, en las épocas de Enzo. Se fabricarán entre 15 y 20 unidades, que serán motorizadas por un bloque de 330 caballos de fuerza.

Su precio obviamente es desorbitante: $350,000 dólares (algo así como $6.6 millones de pesos mexicanos). Ojo, Eugenio Amos no creó este auto como negocio, sino como una obra de arte, un tributo personal y una declaración de principios.