Los coletazos del Dieselgate parecen no cesar. Ruper Stadler, consejero delegado de Audi GmbH fue detenido en su casa de Ingoldstadt y será enviado a prisión preventiva. La fiscalía de Múnich lo acusa de utilizar un software (diferente al usado por Volkswagen en 2015) para falsificar las emisiones de los modelos gasoleros de la marca.
Según un escueto comunicado de la fiscalía, Stadler está acusado de saber sobre el software y no impedir su uso. Asimismo, una veintena de personas estarían siendo investigadas por el mismo hecho. El delito sería "encubrimiento de pruebas", según dice el escrito legal.
El gobierno alemán, a través de la Oficina Federal de Motores, había hace dos semanas obligado a la marca de los anillos a llamar un recall de los modelos A6 y A7 con motores diésel de 3.0L, y a frenar ventas futuras de esos dos modelos.
En las próximas semanas podrían haber nuevas avanzadas de la Justicia sobre ejecutivos de Audi y otras marcas pertenecientes al Grupo Volkswagen. Por lo pronto, Stadler quedará confinado en una cárcel federal a la espera del juicio.
