He tenido la suerte de asistir a infinidad de eventos automotrices a lo largo de mi vida: Autoshows, lanzamientos, pruebas de manejo, exhibiciones de autos antiguos, entre otros: Pero hoy puedo decir que asistí al que, hasta ahora y por mucho, ha sido el más impactante.
Anualmente, se celebra en Essen, Alemania, –ciudad premiada como la Capital Verde Europea del 2017– un evento que lleva el nombre de Techno-Classica Essen y que en 2018 celebró su treintava edición, exhibición de la cual no se escucha mucho de este lado del mundo, pero en la cual se reúne a una gran cantidad de las piezas más impactantes del mundo en un solo lugar.
Resulta difícil describirlo, ya que es un evento de autos antiguos, pero no es una exhibición al 100%. Se trata de un show de prestigiados autos clásicos y antiguos, deporte motor, motocicletas, refacciones, restauradores y clubes de entusiastas. En su mayoría, los expositores son principalmente brokers automotrices y restauradores, o en algunos casos las dos cosas, que llevan algunas de sus mejores piezas con la firme intención de venderlas en el evento. Pero también son varias las marcas que ofrecen sus servicios oficiales como restauradores o llevan algunas de las piezas de sus museos como exhibición. En esta edición fueron más de 20 los fabricantes automotrices, particularmente alemanes, que engalanaron el evento y celebraron algo dentro de esta edición de Techno-Classica Essen 2018.
Los protagonistas
Uno de los más visitados probablemente fue el stand de Porsche, que continúa con la gira que conmemora los 70 años de la marca, así como del Porsche 964 –generación del Porsche 911, presentada en 1988 y comercializada entre 1989 y 1994, que sin lugar a dudas ya tiene un lugar entre los Clásicos Modernos. Pero fuera de ver varios Porsche 964 –incluso uno de ellos Carrera RS en el emblemático color Rubystone Red–, también habían algunos 356 en exhibición detallados a la perfección y, por qué no, un rarísimo 959 en color rojo restaurado completamente por Porsche Classic. Y lo llamo rarísimo, debido a que es uno de sólo 337+8 producidos.
Mercedes-Benz aprovechó el evento para mostrar nuevamente el nuevo Clase G 2019, modelo recién presentado en NAIAS unos meses atrás. Pero lo hizo generando una exhibición retrospectiva a los casi 40 años de legado que tiene este emblemático todoterreno. Pero así como la marca enfocó varios reflectores hacia su afamado 4x4, puso también una llamativa exhibición dedicada al deporte motor y engalanada por tres autos de mucho interés, comenzando por el Mercedes-Benz 3-Liter Formel-Rennwagen W 154, auto con el que Rudolf Caracciola ganó, en 1938, por tercera ocasión el Campeonato Europeo –equivalente hoy en día a la Fórmula 1; acompañado del McLaren-Mercedes MP4-13 con el que Mika Häkkinen ganó su primer campeonato, así como el McLaren-Mercedes MP4-23, auto que usó Lewis Hamilton en su segunda temporada en Fórmula 1 y con el cual también obtuvo el campeonato.
Al mismo tiempo, en otro de los pabellones del Messe Essen, era BMW quien estaba de fiesta, conmemorando los 40 años del M1, otro auto de baja producción –según registros, sólo 453 unidades de este auto fueron producidas y en el stand de la marca se podían ver dos, uno de calle y otro Procar (campeonato monomarca de competencias del M1). Es un biplaza hermoso, conocido por muchos por ser el primer súper deportivo de la marca y en el cual a leguas se ve que Giorgetto Giugiaro, uno de los prodigios del diseño automotriz, es el responsable de sus trazos. Complementando la exhibición estaban varios autos provistos por los múltiples clubes de BMW en Alemania, con modelos como BMW 2002 Turbo, 3.0 CSL, 840Ci, M3, M5, y Z1, entre otros.
Volvo es un asiduo participante de Techno-Classica Essen, que año con año asombra a los visitantes con piezas en condiciones espectaculares; para esta edición estuvo presente con algunas variantes del P1800. Arrancamos con un P1800 ES, que muy probablemente se trate de uno de los prototipos creados en 1968 por el constructor Pietro Frua. Seguimos ahora con un ejemplar del P1800 sin restaurar y con muy poco kilometraje, así como otro de modelo de 1961, que fue recientemente encontrado en un granero. Pero probablemente el modelo que más miradas robó fue un P1800 S, que se presenta por primera vez luego de ser restaurado y que fuera el auto que se utilizara en la serie de televisión “The Saint”, protagonizada por Roger Moore, y que se caracteriza por la matrícula ST I.
Mercado de autos antiguos
A lo largo de cinco días de evento, la edición 30 de Techno-Classica Essen contó con 188,000 visitantes, así como 1,250 expositores de 30 distintos países y una exhibición de alrededor de 2,700 autos –principalmente alemanes, pero también ingleses, italianos, franceses, etcétera.
La oferta de autos y piezas casi únicas en Techno-Classica Essen es impresionante. Por ejemplo, durante esta edición un Mercedes-Benz 300SL Roadster con toldo duro, frenos de disco y un raro motor de aluminio, fue vendido por la nada despreciable cantidad de 1.6 millones de euros. Por otra parte y sin confirmar los precios de venta, Rutger H.J.P. Houtkamp, Director de la Dutch Houtkamp-R-Collection, comentó que seis de las 12 exclusivas piezas que presentaron en el evento fueron vendidas durante el mismo, siendo curiosamente las de mayor valor.
Y es que de verdad es impresionante recorrer los pasillos de cada pabellón del Messe Essen y ver los autos que están ahí, disponibles en su mayoría para relativamente pocos bolsillos a nivel mundial, algunos perfectamente restaurados y otros orgullosos de la patina del tiempo. Puedo decir que vi al menos 15 ó 20 Mercedes-Benz 300SL “Alas de Gaviota”, más los Roadster que deben haber sido entre 20 y 30 –ambos con valor sólo bajo solicitud de interesados. También estaban disponibles muchos Porsche de ediciones raras, varios Speedster y de diferentes generaciones, así como muchos Carrera RS de 1973 hacia delante –valor promedio de 1 millón de Euros para los más antiguos; por ahí también estaba disponible uno de los 172 Porsche GT 2 de la generación 993 del Porsche 911; un Porsche 959 listo para ir a casa e incluso un Carrera GT con casi cero kilómetros.
Pero también habían autos de muchas otras marcas, Bugatti Veyron, varios Aston-Martin, múltiples Lamborghini Miura –ya sea que busques que sea SV o no, lo hay– y si quieres algo más lento pero de la marca, estaban disponibles varios tractores de los fabricados por Ferruccio Lamborghini. Hablando de italianos, podías volver a casa con un Ferrari Enzo, un 250 GT o un 288 GTO; y siguiendo con la línea del Grupo B y los rallies, uno de los 69 Lancia Delta S1 de 1989 (precio sólo bajo solcitud), Renault 5 Turbo (valor promedio de 100,000 euros), alguno de los varios Lancia Stratos (valor promedio de 400,000 euros) o un Audi Sportquattro de versión callejera y firmado por Walter Rörhl, exhibido con un precio de 475,000 euros. Pero el que sin lugar a dudas llamó mi atención fue un Aston Martin DB4 con 112,000 kilómetros en el odómetro, pero no es eso lo que lo hace interesante, sino ser un auto que ha estado por 54 años con el mismo propietario y que se mantiene casi todo original, a excepción de un baño de pintura en su color original, Dubonnet Rosso, hace ya algunas décadas. Otro de esos muchos autos que pese a estar a la venta no muestran el precio, los interesados deben preguntarlo.
Al mismo tiempo la oferta incluía muchos Modern Classics, autos que pese a tener relativamente pocos años se han vuelto de interés especial, curiosamente en su mayoría BMW y que van desde el primer M3 (plataforma E30), Z1, Serie 8, Z3 Coupé (realmente sin importar si se trata o no de un M). Alguno que otro Mercedes-Benz 190 Evolution o SL de los años noventa (nomenclatura R129). Muchos Porsches 930 (con valores de los 120,000 a los casi 400,000 euros, según estado y versión) y también 964, al grado que con algo de tiempo puedes encontrar uno con algún color, versión o configuración específica. Y los italianos no podían faltar, con varios Ferrari 355 en sus múltiples versiones, que buscaban un nuevo propietario.
Curioso ver varios americanos ofrecidos en venta, un Chevrolet Bel Air coupé de 1957 o un Bel Air sedán de 1956, Chevy Corvette de generaciones C2 y C3, un Pontiac Trans-Am y, por supuesto, varios Ford Mustang, principalmente de primera generación.
Lo mejor de Techno-Classica Essen es que no sólo es un evento para que los muy ricos puedan adquirir algunos de los autos más preciados del mundo. Para muchos otros, como un servidor, es la oportunidad de apreciar miles de autos rarísimos en un solo lugar, donde la exhibición para muchos es lo de menos, el espacio es reducido y en algunos espacios pareciera un gran estacionamiento. Y ya que no soy del tipo que puede gastar miles o millones de Euros en un auto, debí conformarme con comprar algo de memorabilia, algunos catálogos de automóviles de los que soy fanático, así como un par de autos a escala para integrar a la colección. Ahora a ahorrar para volver al evento en alguna de las próximas ediciones.