Casualmente, luego de ocurrir la primera muerte por atropello de un vehículo autónomo, JD Power ha dado a conocer su informe “Automated Vehicles: Liability Crash Course”, en el que se detalla lo que está por venir con esta tecnología que transformará el transporte más allá de la movilidad.
Es un hecho que el continuo desarrollo de los sistemas de conducción automatizada -Automated Driving Systems (ADS)- conducirá a los cambios más sustantivos en los 130 años de historia de la industria automotriz. Esta rápida evolución traerá cambios radicales a las prácticas de la industria, a las regulaciones gubernamentales, la potencial obsolescencia de los conductores humanos y también cambiará el panorama legal para los consumidores, fabricantes de automóviles e incluso compañías de seguros y otros.
Según este informe basado en la opinión de 1,500 personas y el bufete de abogados global de Miller Canfield, los consumidores desconfían de las fallas tecnológicas y, en relación con esto, desean resolver los reclamos por responsabilidad civil fuera de los tribunales.
Además de lo anterior, fue posible descubrir que los consumidores están igualmente divididos si viajan en un vehículo completamente automático y autodirigido, con un 14 por ciento diciendo que "definitivamente lo harían", y un 33 por ciento mencionando que "probablemente lo haría" en comparación con un 29 por ciento que menciona que "probablemente no", y un 17 por ciento dijo que "definitivamente no lo haría".
Igualmente, un tercio de los conductores informa que estarían dispuestos a tomar capacitación adicional para la designación de una licencia de conducir de un vehículo autónomo.
Más de la mitad (51 por ciento) de los consumidores demandaría un litigio por un vehículo completamente automatizado de nivel 5 en caso de estar involucrado en una colisión. Debemos mencionar que el nivel 5 se describe como un vehículo en el que no hay conductor humano adentro (solo pasajeros); no hay volante y el vehículo permanece todo el viaje sin intervención humana.
Por último, casi tres cuartos (74 por ciento) de los consumidores están dispuestos a compartir los datos del vehículo automatizado después de una colisión.