Mercedes-Benz está celebrando un hito de producción para uno de los modelos más emblemáticos de su historia: las 300 mil unidades producidas de la Clase G o Gelandewagen.
De la línea única de producción de Magna Steyr en Graz (Austria) apareció un G500 de cinco puertas color azul metálico exterior, acabado negro interior y paquete off-road, que incluye parrilla en el techo, llantas negras de 16 pulgadas y neumáticos todoterreno. Este diseño fue escogido por el público tras una encuesta realizada por la marca.
La Clase G de Mercedes-Benz se lanzó en 1979 como modelo W460, y desde entonces no ha cambiado demasiado su diseño cuadrado y su enfoque off-road.
A lo largo de los años se ha comercializado con carrocerías descapotable de dos puertas, familiar de tres y cinco puertas (la más popular) así como una pickup. Asimismo, se ofrece como chasis cabina con tres largos distintos para aplicaciones especiales, incluyendo un importante uso militar.
En 1992 apareció lo que podría denominarse segunda generación, que básicamente incoporó una división más marcada entre los modelos de uso civil familiar (W463) y el de uso off-road extremo (W461), sin embargo, éste último dejó de ensamblarse en 2002.
La producción de la Clase G ha estado siempre en manos de Magna Steyr, empresa que participó del proyecto desde el inicio en 1972, cuando la entonces Daimler-Benz AG se asoció a Steyr-Daimler-Puch (Magna Steyr) para producir un modelo todoterreno de alcance global.
La producción partió en una nueva fábrica el 1 de febrero de 1979 y en 2016 se batieron todos los récord de producción al salir de su línea más de 20,000 unidades.
Para el próximo Salón de Frankfurt se espera la aparición de la nueva generación de la Clase G, la que según indican diversas fuentes de la marca, mantendría el diseño cuadriforme, su doble funcionalidad de uso, pero con tecnologías de última generación.