Desde hace tres años, nuestro país es testigo del programa para universitarios Ford Driving Skills For Life 2017 con el objetivo de disminuir el alto porcentaje de accidentes viales.
Por primera vez, me tocó experimentar en carne propia esta experiencia en el estacionamiento del Estadio Azteca, y coincidió con la introducción del traje de conducción “modo Borrachera”, así padecí los síntomas de manejar en estado de ebriedad gracias a unas gafas de distorsión visual por lo que mi percepción al realizar el circuito se vio mermada.
Al terminar esta prueba, me probé el “Hang-over suit” (cruda), un traje compuesto de unas gafas de distorsión de la visión -a diferencia de las anteriores, estas tenían círculos-, auriculares y pesas para las muñecas, tobillos, codos, cuello y rodillas, todos estos aditamentos simulan la sensación de manejar no sólo en estado alcohólico sino de drogas, afortunadamente con este traje no manejé pero me tocó seguir las indicaciones del piloto de caminar sobre una línea recta, según yo lo hice al pie de la letra pero al quitarme las gafas, caí en la cuenta de que no era así ya que no estaba sobre la línea y mucho menos caminaba derecha.
Este traje estuvo a cargo del Instituto Meyer-Hentschel en Alemania, y se sustentó con estudios clínicos que demostraron que, en estado de ebriedad, drogados, o incluso con cruda, las personas experimentan cambios en su coordinación motriz y capacidad de respuesta, lo que afecta sus habilidades al volante. Mediante esta prueba, los jóvenes y no tan jóvenes fuimos sensibilizados sobre los riesgos de manejar bajo el influjo de drogas como la heroína, cocaína, y/o alcohol.
Después, me tocó conducir en otro circuito en compañía de un piloto, el cual tenía la misión de distraerte por lo que cambiamos el radio, texteamos, tomamos selfies, revisamos nuestras redes sociales y demás actividades que realizamos al conducir para constatar que un segundo de distracción puede equivaler a salirnos del carril, tirar algún cono u ocasionar algún accidente mayor.
Pasamos a otro circuito, donde habían tres semáforos en verde, así que debías acelerar, dos de los semáforos cambiaban a rojo así que debías salir por el que estaba en verde, después llegabas a una zona de alto total donde esperabas que se pusiera en verde el semáforo y cambiaba repentinamente por lo que tenías que frenar de golpe, del lado derecho había unos letreros que te indicaban cuantos metros y autos avanzabas, lo que equivaldría a chocar contra otros autos, ocasionando un accidente.
Al finalizar, pasamos a manejar un Ford Mustang, el cual contaba con patines en la parte trasera para simular el sobreviraje, con la supervisión de un piloto fui dirigida para saber cómo controlar el auto. Generalmente frenamos así que sólo hay que acelerar progresivamente y mover el volante al lado contrario de la curva. Para ser honesta, fue la prueba más padre sino que no me había tocado pasar por esto.
Además, se imparten pláticas y conferencias sobre la seguridad y tecnología de los vehículos, tips de precauciones al manejar cerca de vehículos pesados y otros consejos para mejorar el tiempo de reacción ante obstáculos en el camino.
La tercera edición de Ford Driving Skills For Life reunirá a más de 1,400 estudiantes universitarios de Toluca, Irapuato y la Ciudad de México, ¿te gustaría participar?