A menos de 40 años de que Audi debutara su tecnología de tracción total, mejor conocida como quattro, ha producido ocho millones de vehículos equipados con esta tecnología que mejora el confort y la seguridad, al ofrecer una mayor tracción.
En esta ocasión la unidad emblemática marcada con el número 8,000,000, se trató de una Q5 2.0 TFSI quattro 2018 de color rojo que salió de la línea de producción de la nueva planta de Audi en San José Chiapa, México.
Esta tecnología que fue lanzada en 1980, actualmente está disponible en más de 100 versiones dentro de la gama Audi y está disponible de serie en la Q7, A4 allroad quattro, Audi A6 allroad quattro, A8, R8, así como en todos los modelos de las series S y RS.
Al día de hoy, el sistema quattro ha tomado una importante relevancia para los clientes al grado que en los últimos meses, el 44 por ciento de todos los vehículos Audi que se venden en el mundo equipan este sistema de tracción integral. De todos los modelos que lo disponen, el Q5 es el número uno con casi 262,000 unidades, siendo Estados Unidos, Canadá, Rusia y Oriente Medio, los principales mercados.
La tecnología se presentó en 1980 sobre el Ur-quattro en el Auto Show de Ginebra.
quattro con tecnología ultra
Una de las más recientes novedades del sistema quattro es la tecnología ultra, creada para los vehículos con el motor dispuesto longitudinalmente. En este caso, un embrague multidisco controlado activamente al final de la transmisión distribuye el par de forma variable entre los ejes cuando opera en modo de tracción total. Un segundo mecanismo situado en el diferencial del eje trasero puede desacoplar la conexión a las ruedas de este eje. Ambos embragues permanecen abiertos en aquellas situaciones de conducción en las que la tracción total no ofrece ninguna ventaja.
La marca de los cuatro aros también ha celebrado muchos triunfos en el automovilismo gracias a la tecnología quattro.
De esta manera, los componentes del tren trasero no intervienen, reduciendo las pérdidas por arrastre. Igualmente, la unidad de control del sistema utiliza múltiples datos para anticiparse a la situación de conducción en aproximadamente medio segundo. Una vez que el sistema detecta que la rueda interior está próxima a perder agarre cambia de forma predictiva al modo de tracción en las cuatro ruedas. Esto permite que el vehículo que lo equipe sea más eficiente en términos de consumo de combustible.