El coloso nipón renueva a su pequeño coupé 2+2 de tracción trasera agregando una estética ligeramente más agresiva, al tiempo que incorpora mejoras de calidad en el interior y unos cuantos caballos extra al cuatro cilindros bóxer.
Estéticamente tenemos una fascia frontal con boca más agresiva, entradas auxiliares con láminas negras y LEDs tanto en faros delanteros como traseros. En el interior, aparecen nuevos acabados y mejores plásticos para paneles de las puertas y parte superior del tablero, aumentando la calidad percibida. También recibe un nuevo volante, ahora con los comandos del estéreo y opción de tapizados en cuero y Alcántara.
Mecánicamente, el 2.0L Boxer aumenta 5 hp para entregar 205 caballos en la versión manual, mientras que la caja automática conserva la potencia original. Toyota comenta que también realizó cambios en resortes y amortiguadores para entregar mayor precisión de manejo, así como algunos cambios en las relaciones de la caja manual para mejorar el performance.
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