De acuerdo con el Institute for Highway Safety -IIHS-, a largo plazo los radares de velocidad modifican el comportamiento de los automovilistas y por consiguiente contribuyen a disminuir el número de accidentes.
Esto quedó comprobado luego de que esta institución instalara radares de velocidad en Montgomery, Maryland. En menos de medio año las autoridades pudieron ver que la cantidad de automovilistas que viajaban a exceso de velocidad en zonas residenciales o escolares disminuyó considerablemente.
A ocho años de la instauración de estos artefactos, este condado que al día de hoy cuenta con un total de 56 radares fijos, 30 portátiles y seis camionetas, ha reducido en un 59 por ciento la probabilidad de que un conductor exceda el límite de velocidad en más de 10 mph en comparación con dos localidades cercanas de Virginia que no cuentan con cámaras de velocidad.
Asimismo los investigadores hallaron que gracias a los radares de velocidad, Montgomery disminuyó en un 19 por ciento la probabilidad de que exista un accidente que resulte en una muerte o discapacidad.
Para que estas herramientas tengan un mayor impacto, el Departamento de Policía de Montgomery tuvo la idea de mover de lugar los radares constantemente, para que los automovilistas no conocieran la ubicación exacta. Estas cámaras móviles han propiciado que se reduzca en un 30 por ciento la posibilidad de un accidente.
Si todas las comunidades de Estados Unidos tuvieran un programa de velocidad como el de Montgomery, más de 21,000 muertes o personas discapacitadas se podrían haber evitado en 2013.
