La firma nipona Mazda en México se encuentra en un momento sumamente exitoso, está cumpliendo sus primeros 10 años en nuestro país y que mejor manera de celebrarlo que con un crecimiento del 50.7% en relación con 2014.
En su primer década en el mercado Mexicano ha colocado cerca de 250 mil unidades, ha abierto 54 distribuidores y por si fuera poco, pasó de ser importador a fabricante gracias a la planta ubicada en Salamanca, Guanajuato en donde se fabrican los modelos Mazda3, el más exitoso para la firma y el Mazda2.
El siguiente paso en esa sólida estrategia de crecimiento es la incursión en el competido y atractivo segmento de las SUVs pequeñas, ese que inventara la Ford al tomar la plataforma de un Fiesta y convertirlo en la camioneta Ecosport, aunque hay quienes sostienen que la Chevrolet Tracker fue la verdadera pionera. La Ecosport sin embargo, tardó demasiado en renovarse y cuando lo hizo se salió del mercado debido a su elevado precio, cediendo así su corona de manera momentánea a la Renault Duster y posteriormente a la Chevrolet Trax, que ha reinado desde entonces. Aunque todo parece indicar que la nueva Honda HR-V podría desbancar al exponente de la firma de Detroit.
El arma de Mazda para esta categoría que representa ya 59 mil unidades anuales no es otra que la CX-3, que emplea la plataforma del Mazda2 y que si bien es cierto no buscará convertirse en la más vendida, si le proporcionará a la firma de Hiroshima una representación de primer nivel.
Diseño
Al igual que el resto de la gama (salvo la CX-9), la Mazda CX-3 2016 emplea el lenguaje de diseño Kodo y las tecnologías Skyactiv, que gracias a las cuidadas proporciones como: llantas grandes, voladizos cortos, trompa muy larga y superficie acristalada reducida, le confiere un aspecto típico de un auto deportivo, muy parecido a un coupé.
El CX-3 luce atlético, robusto y transmite una sensación de fluidez incluso cuando está detenido.
El interior por su parte está inspirado prácticamente en su totalidad en el del Mazda2, por lo que ese diseño de salidas de aire asimétricas, circulares que flanquean el volante y una más en el extremo derecho, mientras que la central que corresponde al copiloto es rectangular están presentes. El resto de los mandos tiene una clara orientación envolvente y hacia el conductor. Los materiales suaves al tacto, pespuntes en algunas superficies y combinación tanto de colores como de texturas le dan ese aspecto cuasi premium que tan buenos resultados le ha dado a la marca en otros segmentos.
Bajo el Cofre
El motor es el bloque Skyactiv de 2.0 litros que produce 148 hp y 141 lb-pie de torque en el rango de las 2,800 vueltas y que se acopla a la transmisión automática Skyactiv Drive de seis velocidades con modo manual que envía la potencia al eje delantero.
La versión de acceso denominada “i” cuenta con bolsas de aire frontales, ABS, ESP y DSC, mientras que para la tope de gama de nombre “i Grand Touring” se agregan las bolsas laterales y de cortina además de la cámara de reversa.
La suspensión posterior es de eje semi rígido según Mazda por la necesidad de disminuir el peso – la geometría multibrazo es muy pesada – y para ofrecer más espacio en el área de carga que dicho sea de paso es de 350 litros.
Equipamiento
El Mazda CX-3 dependiendo de la versión ofrecerá algunos elementos de conveniencia atípicos en el segmento como son el Head Up Display o el mando central de las funciones del sistema de info – entretenimiento de Mazda que es similar al iDrive de BMW. Adicionalmente ofrece Mazda Connect con pantalla táctil de 7”, aire acondicionado automático, volante multifunción, control de velocidad crucero, quemacocos y rines de hasta 18 pulgadas.
Tras el volante
Los sinuosos caminos de las montañas de Santa Mónica en LA fueron el escenario para conocer este nuevo SUV pequeño japonés, si bien es cierto estar al nivel del mar favorece la respuesta del motor y por lo tanto habrá que esperar a manejarla a la altura de la CD de México para emitir un juicio definitivo, en primera instancia la CX-3 2016 se percibe suficientemente ágil – sin llegar a ser un deportivo - y con esa excelente retroalimentación tanto de suspensión como de dirección que caracteriza a los Mazda.
El conjunto es muy rígido y transmite mucha solidez, siendo quizá el único punto en contra que el ruido del motor que se filtra en el interior es elevado, sobre todo cuando el motor gira de medio régimen para arriba. Otro aspecto que vale la pena mencionar es que no se siente tan alta con respecto del piso como Duster o HR-V, lo que para ciertos compradores que buscan precisamente esa posición elevada de manejo podría ser un problema.
Conclusión
El Mazda CX-3 pertenece a esa nueva generación al igual que Honda HR-V o la Jeep Renegade de SUVs pequeñas que no por su tamaño no escatiman en calidad y atención al detalle en aspectos como: materiales, ensamble o tecnología.
Debido a la vertiginosa forma de crecer del segmento le podríamos augurar mucho éxito, sin embargo Mazda se lo va a tomar con calma y no pretende sacrificar a su caballo de batalla, el Mazda3 o a la CX-5 en aras de dejar crecer el volumen de esta nueva CX-3. Lo anterior quiere decir que el volumen para México será limitado y que los primeros 4 meses luego de su introducción, la única versión disponible será la i Grand Touring que es la tope de gama.
6 cosas que debes saber del Mazda CX-3 2016