La firma sueca cumple su décimo quinto aniversario en nuestro país así que hagamos el recuento de su trayectoria en suelo azteca.
En 1962 Volvo dejó de comercializar sus modelos en México -tras 37 años de operación- debido al primer decreto de la industria automotriz en México que limitaba las importaciones para fortalecer el mercado interno así que hay que tomar en cuenta que esta firma re-inició operaciones de venta cuando estaba siendo adquirida por Ford.
Jack Dircks fue su primer director general e inició los planes para reestablecer la marca en un mercado estratégico donde las marcas premium solo se comercializaban en una escala pequeña.
A los pocos meses se anunció que Ford había comprado la división automotriz de Volvo y de esta forma comienza una nueva etapa para la marca donde no perdió identidad, individualidad y principios. Asimismo, las decisiones de Volvo en México fueron siempre tomadas por el corporativo en Suecia.
El primer distribuidor de Volvo fue San Ángel -en junio de 1999-, el cual se encuentra actualmente operando en el mismo lugar bajo una nueva administración.
A esta apertura, le siguieron otras distribuidoras en diversos estados de la república por lo que actualmente la red está integrada por 22 puntos de venta y 21 puntos de servicio. Existen 13 dueños a cargo de estas distribuidoras que operan en puntos estratégicos.
En 2009, Ford hace pública su intención de vender la división automotriz Volvo así que para operar de manera independiente, reestablece sus propias oficinas y su estructura en procesos independientes.
En Agosto de 2010 se hace oficial la venta de Volvo a Geely, y poco tiempo después de la separación de Ford se lleva a cabo una alianza estratégica con BNP Paribas a fin de desarrollar un brazo financiero para operar en México.
Al momento la relación con BNP ha ido creciendo y desarrollándose hasta establecerse como la financiera de la marca en nuestro país bajo el nombre Volvo Car Financial Services.