Mientras los norteamericanos nos bombardean con las imágenes de sus súper Humvee (Hummer) o del Armet Gurkha F5 que aparece en Rápido y Furioso 5, la idea de colocarle ametralladoras a un vehículo y blindarlo se remonta a los albores de la automoción sobre cuatro ruedas, y este es el primero de todos.
Llamado Simms Motor Scout, fue creado en 1899 y solo se trata de unir un cuadriciclo De Dion-Bouton con una ametralladora (ver Galería asociada), tan simple y efectivo como combinar fruta con crema, solo que un poco más dañino. Eso sí, lo único que protegía al conductor era una placa de metal delante de la ametralladora, y después la velocidad del vehículo, que con 3,75 Hp no era realmente rápido para escapar cuando devolvían el fuego.
La falta de protección no desalentó a Frederick Richard Simm, sino que lo alentó a dar un paso más y crear el primer vehículo blindado de la historia. Ante la necesidad de más potencia, el ingeniero inglés recurrió a un chasis Diamler al que acopló un 3.3L de 4 cilindros y 16 caballos listos para el asalto.
Así nació el Motor War Car, el primer vehículo motorizado acorazado de la historia (no confundir con un tanque ya que no tenía orugas). A falta no reirse, porque a pesar de parecer una bañera con ruedas, debe de haber sido aterrador para las primeras multitudes que lo vieron llegar cargado de hombres armados y bien protegidos.