Quién no ha pedido o dado un aventón, es muy común ver –al menos en las películas- a chicas despampanantes solicitando un aventón y un buen samaritano deteniéndose a auxiliarla pero realmente ¿qué posibilidades hay de que una mujer no tan exuberante consiga un ride?
El psicólogo Nicolas Guéguen realizó un experimento, colocó a su equipo de investigadores detrás de los arbustos en una carretera para ver cuántos conductores se detenían para darle aventón a una mujer copa A -de brassiere-, después repitieron el experimento sólo que la mujer en cuestión traía rellenos de látex que simulaban una copa B y C.
Los resultados eran como Guéguen esperaba, los hombres recogieron a la mujer con copa C 24% de las veces, en comparación con el 18% cuando era copa B y el 15% para la A.
En el caso de las automovilistas, no hubo correlación entre el tamaño del busto y las veces que se detuvieron, aunque en general es el sexo femenino quién se detiene para dar un ride.
Si tomamos en cuenta que de acuerdo con el promedio del tamaño de copa del seno, la población femenina de los países localizados más al norte del Ecuador tienen copas D -países nórdicos o Rusia-, y cuando más al sur las copas son más pequeñas, imaginen quiénes tiene mayor posibilidad de conseguir un aventón.
