Las pilas de hidrógeno usadas para alimentar automóviles con motores eléctricos, son casi 300% más eficientes que los motores de combustión interna a gasolina. Además, no producen emisiones y debido a que disponen de pocas partes móviles, son silenciosas y no vibran.
Como todos sabemos, el hidrógeno es uno de los elementos más abundantes en el universo y puede extraerse del gas natural, del carbón y del petróleo crudo, entre otros, pero la única fuente no contaminante de hidrógeno es el agua, ya que los átomos de hidrógeno y oxígeno presentes en este líquido, pueden separarse de manera fácil usando idealmente electricidad procedente de métodos ecológicos, tales como paneles solares o turbinas eólicas. Y así el hidrógeno resultante puede comprimirse para ser almacenado y utilizado en pilas de combustible.
DaimlerChrysler, Ford, Honda, General Motors y Mazda, por mencionar algunas, son marcas que han desarrollado vehículos con pila de combustible. Como ejemplo en 2003, un equipo de Daimler Chrysler cruzó los Estados Unidos en 12 días a bordo de un vehículo de pila de combustible, el NECAR 5, logrando una marca de velocidad de 160 km/h. Con esto demostraron que los autos de pila de combustible podían recorrer grandes distancias.
A principios de 2006, Mazda comenzó a alquilar la pila de combustible RX-8s a clientes comerciales en Japón, convirtiéndose en el primer fabricante en poner un vehículo de hidrógeno en manos de sus clientes.
En la actualidad el uso de la tecnología de pilas de hidrógeno no es del todo perfecta, ya que presenta algunos inconvenientes como:
- La extracción de hidrógeno a partir del agua exige bastante energía
- El hidrógeno a temperatura ambiente es difícil de almacenar, debe comprimirse fuertemente, lo cual exige tanques de almacenamiento resistentes a la presión o licuarse mediante enfriamiento (hidrógeno criogenizado)
- La tecnología de pilas de combustible es bastante reciente, por lo que aún es muy costosa
Actualmente las grandes firmas automotrices están trabajando para desarrollar pilas de combustible con costos más bajos. Y uno de esos métodos alternativos es la producción de hidrógeno a partir de luz solar y agua mediante un catalizador metálico. De este modo se puede convertir de forma más económica y directa la energía solar en hidrógeno.
Los científicos están investigando hidruros metálicos y materiales cristalinos para resolver los problemas de almacenamiento. Los hidruros metálicos resultan de la combinación de hidrógeno puro con un metal puro o una aleación, y permiten una mayor densidad de almacenamiento de hidrógeno que la compresión.
En un mediano plazo, se tiene previsto que este tipo de tecnología esté en gran porcentaje dentro de la inmensa gama de vehículos.
Como podemos observar, cada vez son más las empresas que se preocupan por la conservación de nuestro planeta, la industria automotriz coopera dentro de este ámbito con empresas que llevan a cabo procesos ecológicos y de reciclaje en sus tareas administrativas y productivas, así como diseñar y desarrollar vehículos con un menor número de emisiones contaminantes.
