La agonía de la marca Saab continúa al igual que la zozobra que causa a los seguidores y propietarios de los autos de la marca sueca. Como bien sabemos General Motors dio por terminadas las negociaciones para poder vender a Saab, por lo cual su producción terminaba y dejaba a 3,400 trabajadores con un amargo inicio de año.
Pero ahora en un nuevo capítulo de la telenovela vivida por General Motors, Saab y Spyker da un nuevo vuelco al anunciar que el periodo de cierre de negociaciones se elimina para la holandesa, la cual necesita mejorar su propuesta para poder quedarse con la marca. Al final lo que importa es el dinero para sanear las maltrechas finanzas de GM que no podía darse el lujo de cerrar una marca tan simbólica sin sacarle algo de provecho.
Si bien el plan de cierre de la marca Saab sigue su curso, la fábrica de la misma ha reanudado sus labores para sacar los pedidos que ya tenían hechos del 9-5, 2010 y de paso el 9-3. En palabras del CEO de Spyker, Victor Muller el plan de la holandesa es usar las instalaciones de Saab y reactivar la producción de los autos ya existentes como lo es el 9-3 y el 9-5, sumado a esto llevar a la producción al SUV 9-4X.
Por otra parte, Muller anunció su interés en llevar a la línea de producción al Aero X, que podría convertirse en un deportivo de “volumen”, que brinde ganancias para solventar los costos de producción de sus exclusivos Spyker C8 Laviolette, Aileron y Zagato.
Esto da cierta esperanza para que la marca siga viva, pero es una luz al final de un túnel muy largo.