Comienzan a circular las primeras imágenes de lo que se presentará en el SEMA para este año y por supuesto las armadoras norteamericanas echan la casa por la ventana (y la imaginación también) para presentar las versiones súper "tuneadas" de sus modelos. Modelos que por lo regular como buenos preparadores norteamericanos son bastante grandes y llamativos.
Este Cadillac que como todos sabemos está orientado para la elegancia fue retocado para convertirse en todo un deportivo de clase (algo así como la línea V-Series), pero en este caso los elementos le dan una cara diferente.
Para comenzar y lo que llama más la atención es el frente con modificaciones en la fascia haciéndola más cuadrada y vistiendo las tomas de aire con red metálica, el cofre cuenta con dos salidas de aire que pueden o no gustarle a todo mundo. Cuenta con faldones laterals que ayudan visualmente al auto a verse bajo, aunque la suspensión se recortó un poco.
La parte trasera es bastante impactante con la combinación de su fascia y las salidas del escape rectangulares así como el retoque a los faros y el pequeño alerón con el que cuenta.
Cuenta con unos llamativos y poco útiles en la vida real rines de 20" que dejan ver las mordazas de los frenos en color amarillo, color que no sabemos en que estaban pensando para ponerlo en este auto gris oscuro. Al interior no existen muchos cambios fuera de los incertos en fibra de carbono y asientos deportivos.
