El Informe Müller
Por Carlos González Arizmendi
Billy Zelaznog se encontraba terminando de cenar con una bella damicela de cabellera rubia, cuando el mesero del restaurante se acercó y le dijo:
-Señor Zelaznog, tiene una llamada.
Zelaznog se levantó de la mesa con un gesto de malestar en su rostro y caminó hacia una pequeña caseta telefónica que se encontraba al fondo del restaurante. Al entrar en el pasillo donde se encontraba la caseta, fue sorprendido por un hombre corpulento que le colocó un pañuelo con cloroformo en el rostro que de inmediato debilitó a Zelaznog, que lentamente fue desvaneciéndose hasta caer en el piso.
El atacante lo arrastró lentamente hacia la puerta trasera de lugar, lo cargó y literalmente lo arrojó a la cajuela de un automóvil que se encontraba con el motor en marcha.
La cajuela del automóvil Cadillac BLS, era bastante amplia al igual que sus interiores. Presentaba un frente robusto en forma de trapecio, que estaba muy de acuerdo a todos los productos de esta marca. Si bien se parece mucho a los autos con los que comparte la plataforma Epsilon que son el Malibu, el Vectra y el Saab 9-3, tiende a diferenciarse por los grupos ópticos o luces frontales y calaveras, como se les dice coloquialmente.
El Cadillac BLS recientemente presentado en México, tiene interiores sobrios con algunos destellos de brillantez tales como la calefacción en los asientos, dos botones sobre el volante para conducir el auto de manera manual más al estilo racing y un motor turbocargado de cuatro cilindros, 2.0 litros que eroga 210 caballos de poder acoplados a una transmisión automática de seis relaciones, que funciona en perfecta armonía con su propulsor.
Al llegar a una fábrica abandonada en donde sólo se escuchaba el ruido de las máquinas trabajar, Billy Zelaznog fue bajado del automóvil y colocado en una silla atado de manos y pies. Zelaznog fue despertado con una cubetada de agua helada en el rostro y poco a poco fue recuperando el sentido.
-¿Dónde está el informe de Helmut Müller? - le preguntó un hombre que a leguas se veía que era un mafioso, y que vestía con pantalón negro, camisa blanca de marca y una chamarra de cuero negra realmente bonita.
Zelaznog lo miró con sus profundos ojos azules y no respondió nada.
En ese momento, el malhechor golpeó la cara de Zelaznog que sólo emitió un gemido de dolor sin pronunciar palabra. Su nariz comenzó a sangrar.
-Zelaznog, es mejor que me digas donde está el informe Müller o te pesará -
Nuestro espía, sólo miraba a su agresor esperando cualquier titubeo para intentar su escape.
-Iré a llamar a los muchachos a ver si así sigues tan calladito, ruso de mier... -
Zelaznog era húngaro, así que ese insulto no le llegó al amor propio.
Cuando el malvado hombre de negro salió cerrando la puerta de metal tras de él, Zelaznog hizo un movimiento de contorsionista, dislocando su hombre para poder pasar sus brazos encima de la cabeza. Entre el silencio de aquél cuarto, sólo se escuchó el hueso de Zelaznog tronar, para después tronar de nuevo al regresar a su lugar. Esto le dolió mucho a nuestro héroe, aunque el gesto de dolor dibujado en su rostro era más que obvio.
Zelaznog, una vez con sus manos adelante, zafó la parte de atrás de su mancuernilla, y aprovechó la pequeña sierra que ahí tenía escondida para cortar rápidamente la atadura de sus manos. Una vez liberado, cortó la atadura de sus pies y cintura y se acercó a la puerta de metal. Trató de abrirla sin éxito, cuando repentinamente vio que el cerrojo estaba siendo removido.
La puerta de metal se abrió y dos hombres corpulentos entraron al cuarto buscando a Zelaznog. Con un movimiento por demás espectacular, Zelaznog se balanceó sobre una tubería colocada arriba de la puerta, y con un movimiento digno de un trapecista, golpeó con sus piernas a cada uno de los hombres, que de inmediato cayeron al piso.
Zelaznog tomó la pistola de uno de los hombres, justo cuando la primera bala cruzaba el espacio silbando. Zelaznog, se tiró al piso tras el cuerpo de uno de los robustos hombres que había noqueado y esperó para ver de dónde venían los disparos. Al levantarse, Zelaznog fue herido en el hombro, pero simulado un impacto más fuerte, giró sobre su propio eje y cayó a un costado de los maleantes sin sentido.
El malvado hombre de negro, se fue acercando lentamente con sus dos manos sobre su pistola. A un metro de Zelaznog, el hombre pateó la pistola que yacía en el suelo, y se acercó aun más. Cuando estaba por tocar a Zelaznog para ver si vivía, nuestro héroe golpeó con su pierna la parte de atrás de la pantorrilla de su oponente, que cayó soltando la pistola. Zelaznog entonces lo golpeó con el codo en su nuca, y el maleante de desvaneció.
Billy Zelaznog lo amarró por la espalda, junto a los otros dos hombres, tomó las llaves del Cadillac BLS y emprendió el camino hacia el restaurante en donde había sido secuestrado. Tomó su teléfono celular de última generación, marcó a la comisaría local y dio el informe de lo sucedido como cualquier otro ciudadano. Con la eficiencia de la policía, en cuestión de minuto y medio cuatro patrullas llegaron a la fábrica abandonada.
Al entrar al restaurante, un poco desaliñado por el ataque sufrido, Zelaznog se percató de que la mujer con la que estaba cenando aun se encontraba ahí.
Zelaznog se acercó a la mesa, esbozó una sonrisa sexy al mismo tiempo en que la dama le arrojaba un vaso con agua en la cara y le decía:
-Eres un patán-
Zelaznog se limitó a sonreír pensando en que ni era la primera, ni sería la última vez que eso le sucedería.
Después de que Billy Zelaznog manejó el Cadillac BLS, le podemos decir que lo que le alegrará el día es:
-Su diseño juvenil y elegante
-Sus espacios interiores
-Los botones para los cambios deportivos en el volante
Lo que Billy Zelaznog reportó que le hace falta al Cadillac BLS es:
-Tiene rechinidos en el interior.
-Le falta sensor de estacionamiento
-No tiene botón para los seguros del lado del copiloto, y éstos no se activan automáticamente.
Su precio: $39,895 dólares
Compite contra el Lincoln MKZ
