De los nombres que más resaltan en la lista de inversionistas se encuentran Mary Barra, actual CEO de General Motors y Sheila Ford Hamp, dueña de los Detroit Lions y descendiente de dos leyendas del mundo automotriz: Henry Ford y Harvey Samuel Firestone.
Después de más de una década de ausencia, el básquetbol femenino profesional volverá a Detroit. La WNBA confirmó oficialmente que la ciudad recibirá una franquicia de expansión en 2029, como parte de un ambicioso plan de crecimiento que también incluye equipos nuevos en Cleveland (2028) y Filadelfia (2030). Con estas incorporaciones, la liga llegará a 18 equipos.
El anuncio marca el regreso de una ciudad que no solo tiene raíces profundas en el baloncesto, sino que fue casa de una de las franquicias más exitosas en la historia de la liga: las Detroit Shock, campeonas en 2003, 2006 y 2008 antes de mudarse a Tulsa.
La nueva franquicia jugará en el Little Caesars Arena y contará con una sede exclusiva en la riviera del río Detroit.
La iniciativa es liderada por el dueño de los Pistons, Tom Gores, quien armó un grupo de inversión de primer nivel con nombres como Mary Barra, Sheila Ford Hamp, Grant Hill, Chris Webber, Jared Goff, y hasta Eminem.
Además de aportar capital, este equipo ha impresionado a la liga por su diversidad y compromiso con la ciudad. “Esto no solo es un buen negocio. Es algo que puede transformar a la comunidad”, dijo Grant Hill.
Uno de los detalles más comentados aún está en el aire: el nombre del equipo. La WNBA ya registró la marca “Detroit Shock”, lo que podría significar el renacimiento de una identidad histórica.
