
En Italia ya no basta con llamarte Ferrari o Lamborghini para presumir de supercoche. En pleno Valle del Motor, Giamaro Automobili se suma al juego de la gente grande con una bestia llamada Katla, un hiperdeportivo de 2,157 caballos, motor V12 biturbo y un precio que arranca en los 2.47 millones de euros, sin impuestos. Y sí, el nombre viene de un volcán islandés, pero la erupción es completamente italiana.
La marca fue fundada por la familia detrás de Eminflex, la fábrica de colchones más grande de Italia. Pero el Katla no es para descansar, pues sorprende con un peso de 1,450 kg, carrocería de carbono, aerodinámica activa, cinco modos de manejo y una arquitectura trasera que te exige respeto. Todo el tren motriz fue desarrollado con Italtecnica, viejos conocidos del mundo del supercoche artesanal.
El diseño corre a cargo del estudio Camal de Turín. Presume líneas afiladas, tomas de aire gigantes, luces LED en forma de C y una consola interior sacada de un jet de combate. Por momentos recuerda a un Lamborghini, por otros a un Corvette o incluso a un Lotus Evija. No es feo, pero podrías apostar que ya lo habías visto antes.
Donde no hay medias tintas es bajo el cofre. El V12 de casi siete litros entrega 1,670 hp en su versión más terrenal. Pero si te sientes valiente (y tienes cuenta bancaria suiza), puedes irte por la versión extrema: 2,157 hp y más de 1,475 libras-pie de torque. Obviamente no sería un italiano extremo si el eje motriz no fuera el trasero.
Giamaro predica que el Katla no es solo velocidad, sino carácter. Pero con estas cifras, suena más a instinto desbocado que a romanticismo italiano. La pregunta no es si puedes domarlo. La pregunta es si lo quieres intentar.