
Durante cien años, la división automotriz de ams Osram se ha consolidado como un referente en la industria automotriz, gracias, principalmente, a sus sistemas de iluminación. La historia de este gigante de la iluminación automotriz se remonta a 1925 en Berlín, Alemania, cuando la lámpara Bilux vio la luz por primera vez. Este invento, que permitía alternar entre luz alta y baja, no solo ofrecía una mayor luminosidad, sino que representó un avance crucial en la seguridad vial.
Tras el lanzamiento de la Bilux, la compañía continuó su evolución con la introducción de tecnologías como las bombillas de doble bobina Osram-D en los años 30, que ofrecían una mayor intensidad lumínica. En la década de 1960, OSRAM se erigió como pionera en el desarrollo de la tecnología halógena para faros, que rápidamente se convirtió en un estándar en la industria automotriz.
Los años 90 fueron testigos de la inauguración de una nueva era en el diseño de faros con la introducción de las lámparas de xenón D1 y las halógenas H7. Estas innovaciones desataron un potencial casi ilimitado en el campo de la iluminación automotriz. La lámpara H7, hasta el día de hoy, sigue siendo uno de los productos más populares y vendidos de su catálogo.
Consciente de la singularidad del sector automotriz y la creciente globalización, Osram estableció en 1994 una división específica para vehículos. A principios de la década de 2000, la empresa desempeñó un papel fundamental en el desarrollo de los primeros faros LED.
En 2020, la compañía logró un hito al lanzar la primera lámpara LED retrofit homologada para su uso en la vía pública: la Night Breaker LED desarrollada en estrecha colaboración con TÜV alemán y la Autoridad Federal de Vehículos de Motor y Transporte, conquistó rápidamente el mercado de recambios. A finales de 2023, la gama se expandió para incluir modelos compatibles con autos clásicos, vehículos recreativos y motocicletas.