Eran los años ochenta cuando el celo por las tecnologías desarrolladas y cualquier cosa que hiciera destacar a las marcas en competencias como el WRC, eran cuidadas casi como un secreto de estado. En ese entorno, Lancia buscaba su hegemonía en el serial de la mano del entonces recién desarrollado Delta S4, cuyo poderío mecánico contaba con doble sobrealimentación: turbo+compresor (¿te suena?), así que unos neumáticos que soportaran esos embates serían imprescindibles; Pirelli fue elegida para tal misión.
Pirelli comisionó a su ingeniero, Mario Mezzanotte, como líder de este proyecto quien se formuló un neumático que esencialmente fusionara tres tipos de banda de rodaje usados en competición, para así tener lo mejor “ de los tres mundos”:
- La parte interior de la llanta tenía surcos profundos para desplazar agua
- En la cara contraria, un dibujo liso emulaba los sliks de F1 beneficiando el agarre
- Por la parte central, tenía un compuesto intermedio que fungía como punto de equilibrio del neumático.
Cuando la versión final de esta llanta estuvo lista, Pirelli la bautizó como P Zero.
Un par de años después, en 1986, Lancia fue dominante bajo la lluvia en el WRC de Sanremo, a manos de Miki Biasion, consagrando a la eficiente Pirelli P Zero. En la actualidad, muchos modelos deportivos y super autos que equipan de serie este neumático: Delta S4 Stradale, por ejemplo, o el Ferrari F40, modelo con el que Pirelli P Zero comenzó a venderse oficialmente.