Sin duda, el BMW M2 se hizo demasiado popular entre los entusiastas de la marca, pues su carácter jovial, silueta compacta y buen desempeño, lo han convertido en un modelo fácil de modificar. A sabiendas de eso, tuners de renombre como los alemanes de G-Power se han puesto a hacer lo que mejor saben hacer: mejorar una silueta ya por si sola espectacular, y obtener el máximo potencial de su mecánica.
Y la verdad es que a G-Power no le ha costado trabajo conseguir metas de 600, 650, y hasta 700 hp en cada una de sus stages. En la primera, el tuner solo trabaja con un nuevo mapeo en la ECU; en el segundo se suma un escape, mientras que para el tercer stage, el sistema de escape será completo; Es así como se libera todo el potencial del motor seis cilindros de 3.0 litros biturbo.
A pesar de ser un modelo contenido en proporciones, el BMW M2 tiende a verse robusto e imponente, quizás ese es uno de sus mejores atributos visuales, quizás por eso gusta tanto -me incluyo, pero el trabajo que hizo G-Power en la carrocería, literal, se voló la barda; para bien obviamente, y la magia se dio gracias a la fibra de carbono con la que se fabricaron:
- Nuevos flappers funcionales para incrementar la entrada de aire
- Cofre con nuevo diseño que optimiza la ventilación
- Rines progresivos: 20” adelante y 21” en el eje trasero
- Alerón posterior.
G-Power también pone como opciones un paquete que elimina el gobernador de velocidad y el límite de corte de combustión, por lo que ese camino al límite de sus prestaciones no tendrá obstáculos, así que dependiendo el propósito -y el presupuesto- G-Power puede dejarte un BMW M2 a medida.
