BAIC fue una de las marcas chinas que llegaron primero a México a ofrecer autos tradicionales. Durante años se han mantenido a flote con una constante actualización de todo lo que llegan a ofrecer. Entre tal oferta se ha colocado la BAIC X55 que ya tiene una segunda generación bajo el nombre X55 II. Te contamos qué es lo que más nos gustó y que no tanto.
Cambio de imagen radical
Hoy la mayoría de las marcas chinas se han volcado a buscar un estilo de diseño sumamente extrovertido y disruptivo. Habrá quien amé ese atrevimiento, pero también otros que no se identifiquen tanto. En el caso de la X55 II, está claro que busca llamar la atención.
Al menos en el modelo que estamos probando lo notamos en un inicio debido al color que lleva, sumamente llamativo y si eso se contrasta con un frente afilado y con muchas texturas tenemos algo que no pasa por desapercibido.
Cómo ya es tendencia en este segmento veremos los faros LED separados en dos secciones, arriba las luces de conducción diurna y abajo las unidades principales. Cabe aclarar que la variante que recibimos es la “Honor” y representa al acceso a la gama, pues su familia se compone solo de dos variantes, la que ya mencionamos y la Premium como tope de gama.
Un diferenciador de esta versión lo encontraremos en que los rines son más pequeños con 18” de tamaño y que toda la carrocería se domina por un solo tono, la versión tope de gama se contrasta con un techo de color negro.
En cuanto a medidas la X55 II se coloca como una camioneta compacta de solo dos filas de asientos. Sus principales rivales estarán en modelos como la Chirey Tiago 7 Pro, MG HS, Geely Starray, Toyota RAV4, Mazda CX-5 y compañía.
Medidas:
- Largo: 4,605 mm
- Ancho: 1,880 mm
- Alto: 1,666 mm
- Distancia entre ejes: 2,735 mm
- Peso: 1,550 kg
- Tamaño de cajuela: 350 litros (contando hasta cubierta de privacidad)
Interior
Por dentro la BAIC X55 II se muestra también con una gran progresión en distintos niveles, pues en términos de materiales se nota mucho mejor que antes. Tal vez no sea un referente en el segmento, pero vaya que se ve a la altura de lo que esperaríamos de un crossover de este segmento.
Materiales suaves y duros en los lugares correctos. Además un aislamientos de sonido competente que en general hace de la experiencia de manejo algo cómodo. Sin embargo, durante mi semana al mando de la camioneta, noté que al estar fría, en varias ocasiones cuando las revoluciones rebasan las 2,500 rpm, hay una vibración algo molesta en la zona frontal derecha de esta camioneta.
En cuanto a equipamiento, esta variante de acceso cuenta con lo esencial para el día a día. Podemos comenzar citando su pantalla central táctil de 10” que aunque reacciona rápido es más que simple y sencilla. No cuenta ni con Apple CarPlay ni con Android Auto, solamente una app para replicar nuestro celular que no tiende a ser la más estable, responsiva y compatible del mercado.
Además falta algo de atención al software, pues en varios menús nos encontramos con espacios entre letras que no debería existir e incluso algunas faltas ortográficas.
Por otro lado es fácil de entender y operar, pues no tiene menús confusos y es fácil acceder al aire acondicionado, selector de modos de manejo, entre otras configuraciones. A pesar de ello, se extraña tener botones dedicados para distintas funciones, para no dejar recaer tanto trabajo y funciones en una pantalla.
Frente al conductor tenemos cosas como un cuadro de instrumentos digital de 10”, un volante multifuncional bastante cómodo y en general una visión buena en cualquier dirección gracias a una cabina amplia.
El resto del equipo incluye asientos forrados en piel sintética con ajuste eléctrico para el conductor, techo panorámico, conexión bluetooth, espejo de día y noche manual, freno de estacionamiento eléctrico y mucho espacio para cualquier cosa en la cabina.
A nivel seguridad esta variante de acceso solo cuenta con 4 bolsas de aire, frenos ABS, monitoreo de presión en las llantas, sensor de proximidad trasero y cámara de reversa. Solo la variante tope de gama entrega las 6 bolsas de aire y suma toda una suite completa de asistencias avanzadas a la conducción con freno autónomo de emergencia, monitor de punto ciego, control de velocidad crucero adaptativo, luces altas automáticas, mantenimiento de carril, entre muchas otras cosas.
Un chasis muy bien resuelto
A nivel manejo la BAIC X55 II muestra un gran progreso a nivel manejo, pues tiene una marcha suave, sedosa, silenciosa y en general muy bien resuelta para este segmento. No es tan suave que peque de mostrar lancheo o rebotes incómodos. La dirección modulada en modo sport permite un peso más agradable y reacciones dignas de este segmento.
El motor que usa es un cuatro cilindros turbo de 1.5 litros con 185 hp y 224 lb-pie de par. Unas cifras más que buenas y que al menos bajo aceleración, hace que se sienta muy ágil y más responsiva que la mayoría de sus rivales directos.
Sin embargo, es más que notorio que su caja automática de doble embrague de 7 marchas no está tan bien escalonada, pues tiende a sostener continuamente las marchas en un rango superior a las 2,500 - 2,700 rpm aún estando en modo ECO. Esto hace que en ocasiones las vibraciones y el ruido del motor yendo más apresurado inunde mucho la cabina, mermando un poco el confort.
El pedal del freno por otro lado es bastante reactivo, en parte eso me gusta, porque transmite confianza y te hace sentir que puede frenar con fuerza en cualquier situación, aunque al inicio, cuesta un poco adaptarse a un pedal tan sensible.
Finalmente al hablar de consumos, estuvimos promediando unos 8.9 km/l en ciudad con una mezcla de varios días de tráfico sumamente pesado y algunas otras rutas muy tranquilas por ciudad.
¿Vale la pena la BAIC X55 II?
Da gusto ver cómo las marcas que vienen de China poco a poco van mejorando en las áreas que más se les criticaba en un inicio. Por ese lado la X55 II se siente como un producto muy superior al de la generación pasada.
El manejo si bien no es excelente, ya no queda a deber, la comodidad es buena, el espacio se puede aprovechar bien, los materiales no se sienten de baja calidad y al menos la variante tope de gama hace sentido.
Sin embargo, aún hay detalles por pulir con una interfaz que esté bien traducida para entenderla desde el primer uso. También que en pleno 2024 la variante de acceso no cuenta con las 6 bolsas de aire y que no se nos permita usar Apple CarPlay y Android Auto puede ser un mayor obstáculo para este producto, pues son unos de los elementos más importantes para la gran mayoría de los clientes.
Finalmente tenemos el precio que en esta variante de acceso es de $545,900 y en la tope de gama de $595,900. No es tan alto como el que llega a tener un SUV de su competencia, pero sí que al menos en las versiones de acceso, hay opciones mucho mejor equilibradas y con una suite de seguridad más completa. En la tope hay muy buen equipo por el precio, salvo en la conectividad.
¿Qué te parece la progresión de la marca con este otro producto?
Galería de BAIC X55 IIIr a la galería
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