A cuatro años de que Carlos Ghosn huyera a Líbano para utilizar a su favor que este país no cuenta con políticas de extradición a Japón.
El ex consejero delegado de Nissan recibió un nuevo golpe por parte de la autoridad, dado que el tribunal de las Islas Vírgenes ordenó que devuelva el yate Navetta 37 de Custom Line ya que fue comprado indebidamente con fondos corporativos en 2017.
La entrega del yate conocido como Shachou ("El Jefe" en japonés), es sólo una parte de la sentencia por lo que el tribunal ordenó a Ghosn, a su esposa y a la empresa fantasma que supuestamente la pareja creó para redirigir fondos hacia ellos mismos, que paguen 32 millones de dólares por daños y perjuicios a Nissan.
Como “El Jefe” se encuentra en Beirut, la capital de Líbano , Ghosn tendría que entregarlo voluntariamente, y, a menos que decida embarcarse rumbo a un país que coopere directamente con Interpol, es poco probable que las autoridades libanesas lo incauten.
De acuerdo con las declaraciones que Ghosn realizó a Automotive News, "obviamente apelará". Además, se mantiene firme en que es completamente inocente y que el gobierno japonés le tendió una trampa por miedo a que Renault dominara a Nissan durante la fusión.
