Haber puesto a las Tres Grandes de Detroit sobre las cuerdas parece estarle pagando muy buena factura a la UAW, el sindicato de trabajadores de las industrias del automóvil, aeroespacial y de producción de maquinaria agrícola en Estados Unidos y Canadá, pues cada vez son más los trabajadores de plantas automotrices en la Unión Americana que quieren unirse a ellos.
La UAW confirmó hoy que los trabajadores de la planta de Volkswagen en Chattanooga, Tennessee, quieren integrarse al sindicato y que una gran mayoría de ellos ya firmaron las tarjetas para unirse, por lo que pedirán al Buró Nacional de Relaciones Laborales que se realice una votación para anexarlos.
De lograrlo, el sindicato estaría dando uno de sus mayores golpes en el sector, pues sería el primer gran fabricante automotriz extranjero que formaría parte de la UAW, en un año donde hay elecciones presidenciales en Estados Unidos y tanto el presidente Joe Biden (candidato Demócrata) como el candidato Republicano, Donald Trump, están peleando férreamente por el voto duro del sindicato.
Este sería el tercer intento de la UAW por organizar a los trabajadores de esta planta, la más reciente fue en 2019, donde fueron derrotados por apenas 56 votos, pero parece que este año lograrán integrarlos.
Antes de que finalizara 2023, Volkswagen anunció un incremento de 11% en el salario de los trabajadores del complejo de Chattanooga, así como mejores paquetes de compensaciones.
El sindicato también está buscando representar a los trabajadores de las plantas de Toyota, Hyundai, Mercedes-Benz, BMW, e incluso de las marcas 100% eléctricas Tesla y Rivian, lo que le daría un poder sin precedentes en una de las industrias más importantes en Estados Unidos.