No queda duda qué tras más de una década del boom de los SUV, su popularidad simplemente no cede y es por ello que diversas marcas buscan la forma de crear algún producto que les permita sobresalir en un mundo cada vez más competitivo. Volkswagen intentó destacar en Europa con una variante convertible de su T-Roc, una camioneta pequeña que al menos en su variante tradicional, se volvió una de las favoritas del viejo continente.
Esta propuesta convertible se enfocó en atraer a clientes jóvenes que buscaban más soluciones de estilo de vida que cómo tal maximizar su practicidad. Desafortunadamente para Volkswagen, el precio agregado de crear un producto de este estilo y lo que impactaba al producto final, fue suficiente para que sus ventas no despuntaran como ellos esperaban.
De igual forma, los refuerzos estructurales y cuidados extra que requería su techo de lona fueron motivos para no convencer a sus clientes objetivo. Recordemos que a lo largo de los años marcas como Land Rover y hasta Nissan intentaron crear camionetas de este estilo con el mismo resultado.
El único lugar donde parece funcionar es en el segmento de lujo donde han existido modelos de unidades limitadas como la Mercedes-Benz Clase G Laundalet, que por su rareza propia se vuelven un éxito y tienden a mantener preciso bastante altos.
El Volkswagen T-Roc seguirá en activo por varios años más, de hecho es uno de los últimos Volkswagen que recibirán motores a combustión con el paso de los años, pues recordemos que la marca de Wolfsburg tiene planeado ofrecer solo autos eléctricos en algunos de sus mercados más importantes para 2033.
