Aunque cada día hay más avances tecnológicos y campañas de prevención para evitar fraudes relacionados con productos o servicios financieros, los seguros vehiculares no están exentos de ello, y para no ser víctimas de los estafadores, la mejor defensa es la información por lo que te dejamos estos consejos:
- Solamente debes contratar la póliza de seguro mediante los canales oficiales de la compañía de tu interés; y si se hiciera a través de algún agente de seguros, ingresar al sitio web de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas -CNSF- para comprobar si el representante está debidamente registrado ante la autoridad y que su cédula se mantenga vigente (se renuevan cada tres años para garantizar certeza y legalidad).
- Revisar que la carátula de la póliza cuente con los siguientes datos clave:
- Nombre y domicilio del asegurado.
- Nombre de la institución aseguradora.
- Descripción del vehículo.
- Coberturas contratadas.
- Suma asegurada.
- Deducible.
- Prima.
- Vigencia.
- Forma de pago.
- Número de póliza y número de endoso.
- Al momento de hacer el pago ya sea depósito o transferencia a una aseguradora, nunca debe hacerse a cuentas de personas físicas con nombre y apellido. Lo ideal es corroborar que el pago solicitado sea a título de la empresa, y que las cuentas referenciadas hayan sido proporcionadas por medios oficiales.
Es importante señalar que en el caso de que algún asegurado sea víctima de una estafa, las empresas no pueden compensar la pérdida ya que no tuvieron participación en el acto. Sin embargo, la denuncia y la colaboración son primordiales para combatir las prácticas delictivas ya que al saber el modus operandi es más fácil que alguien más caiga en la trampa.
