En pleno movimiento hacia la electromovilidad y un tibio despertar de conciencia ecológica en algunas empresas, MINI dá la nota presentando unas nuevas ruedas creadas con aluminio reciclado, que resultan más sostenibles y, según la marca, tienen la misma calidad que las tradicionales.
El vehículo que las porta es el MINI Cooper Convertible SE, la versión descapotable y enchufable del clásico city car. Según BMW, empresa propietaria BMW, las ruedas tienen una huella de carbono de 0,16 kg por cada kilogramo de aluminio, lo que representa una reducción de hasta un 75 % en las emisiones de carbono en comparación con la producción tradicional de ruedas.
Además de poder darle una nueva vida a elementos que de otra manera irían a parar a la basura, la ventaja de estas ruedas recicladas es que el aluminio utilizado no necesita pasar por el proceso de electrólisis clásico, que consume mucha energía. Sumado a esto, existe la posibilidad de que cuando estos rines terminen su vida útil, puedan reciclarse nuevamente y utilizarse en por ejemplo marcos de ventanas o piezas para aeronáutica, entre muchísimas aplicaciones más.
El reciclaje de materiales para la industria automotriz se está materializando en el uso de plásticos reciclados (e incluso en la utilización de desechos marinos para obtener ese plástico, lo que supone una ventaja adicional), baterías recicladas y también en la fabricación de neumáticos, que empresas como Goodyear ya tienen casi listos para sacar al mercado.