Diversos trascendidos de prensa indican que Ford y Red Bull habrían llegado a un acuerdo para trabajar juntos en la Fórmula 1. La alianza comenzaría en 2026, coincidiendo con el inicio de la nueva normativa técnica relacionada con los motores.
Las conversaciones entre ambas marcas se iniciaron a fines del año pasado, cuando Red Bull dio por cerradas sus tratativas con Porsche, que pretendía tener el control mayoritario del equipo y de las operaciones en la máxima categoría.
Render: Sean Bulls Design.
Ford, en cambio, le permitiría a Red Bull tener total indepedencia en el manejo del equipo, colaboraría en ciertas áreas técnicas, y le pondría su nombre a la unidad de potencia de Red Bull Powertrains, que se fabricará sobre la base del impulsor desarrollado por Honda.
El interés de la marca del Óvalo por estar en la categoría está relacionado con el “romance” que vive la F1 en Estados Unidos, que a partir de este año tendrá tres carreras en el calendario (Miami, Las Vegas y Austin). Además, es conocido el interés de su archirrival histórico, General Motors, de entrar a la F1 de la mano del equipo Andretti.
El trascendido indica que el anuncio del acuerdo se realizaría la semana próxima, coincidiendo con el lanzamiento del nuevo Red Bull para la temporada 2023 que se realizará en la ciudad de Nueva York. Casualmente, Mohammed Ben Sulayem, presidente de la Federación Internacional del Automóvil, aseguró en una entrevista con Auto Motor und Sport que en los próximos días un nuevo fabricante se sumaría a la F1. “En poco tiempo, quizá ya la semana que viene, otro fabricante podría firmar por la normativa de motores de 2026”, aseguró el ex piloto emiratí.
La presencia de Ford en la F1 estuvo siempre ligada a Cosworth, la compañía fundada por Mike Costin y Keith Duckworth. La última participación fue a principios de la década del 2000 con Jaguar y Jordan.